Un inesperado suceso

Me gustas

-¡Espera... Mugiwara!... -Sinua se escuchaba realmente mal.

-¿Que te sucede Sinua? Te oyes agotada...

-Olvida eso... No debes preocuparte por mi... Lo importante ahora es... que no te vayas... Quizas no me agrades del todo y me desconcierte el hecho de que te guste Trafalgar... Pero hay algo de él que aún no sabes...

-¡Genial lo que me faltaba! -Dije aun más molesto- ¡Ahora resulta que tu lo conoces mejor que yo!

Comencé a caminar más rapido, pero algo en mi pecho se sentía raro.

-¡Idiota! No es eso... Hay algo que debes ver antes, si después de verlo aun no te convences, entonces haz lo que se te de la gana aunque realmente no podrás salir de sus recuerdos ni aunque el quisiera sacarte, yo te lo advertí antes de que todo esto pasara

En verdad ya no quería ver nada más de sus recuerdos, pero Sinua tenía razón, ella me lo advirtió.

-¿Que es eso que tengo que ver?... -Pregunté cabizbajo.

-Primero regresa a donde el recuerdo, ya verás después de que se trata...

-Bien... ¡oh, hablando de eso! Hay veces en las que escucho una voz como de fondo, ¿realmente son los pensamientos de Torao los que escucho?

Pero ella no respondió, comencé a preocuparme un poco por ella, cada vez que hablaba se le escuchaba más cansada...

Regresé al recuerdo, pero me extrañó un poco, la claridad ya no era la misma, se habían perdido un poco los colores, estaba opaco, como si estuviese nublado y pequeñas manchas negras estaban por todas partes distorcionando todo, como si fuera a desaparecer en cualquier momento.

Tengo que darme prisa, esto no se ve nada bien...

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Al llegar a la zona 70 del archipiélago Shabondy, iba a su lado, él llevaba su larga espada negra con un lazo rojo amarrado, iba bien vestido (no lo puedo negar) con una chaqueta amarilla con negro y su gorro color blanco con motitas negras, los colores del recuerdo ya eran más estables, ya no se veía tan distorcionado como antes.

Esperó ahí poco tiempo, cuando apareció Kidd con una sonrisa en el rostro (muy sospechosa a mi parecer) y unos guantes gruesos, Torao frunció el ceño y se acercó un poco a él, visiblemente molesto.

-¡Oe! Llevo esperando un buen rato, tu eres el que quería hablar y llegas tarde, vaya capitán que eres...-Hablo cruelmente.

-¡Tch! Si no llevas ni quince minutos esperando.

-¿Y tú qué sabes cuanto llevo esperando?

-Yo llegue antes que tú, así que te vi llegar.

-Y aun así me hiciste esperar-Giró la cabeza molesto- Bien... ¿Que quieres Eustass-ya?

-Sigueme, aquí no puedo hablar con la seguridad de no ser escuchado...

*¿Pues qué es o que?*