Un inesperado suceso

La usuaria del pasado

Prácticamente era imposible negar que si era lo que parecía, Law era cociente de eso, así que sin mas decidió declararle a los mugiwaras que estaba enamorado de su capitán, aun si ellos lo aceptaran o no, lo hecho hecho esta y su corazón le pertenecería a Luffy siempre.

-Torao~ -Seguía feliz su pequeño imperativo.

-¿Y bien... -Hablo la navegante con tono curioso y brillo en los ojos- si son pareja después de todo?

Law no sabia que responder, gustosamente el hubiera dicho que si, pero quien decidía (por lo menos para el) si lo eran o no, era Luffy.

-P-pues... -Hablo entrecortado, y con la cabeza baja.

-¡Si! -Respondió Luffy casi gritando de emoción y con una gran sonrisa- A partir de hoy Torao me pertenece, así que no se les ocurra fijarse en el-Aclaro de una buena vez.

-Vaya quien diría que nuestro Luffy se volvería tan posesivo-Comento Robin entre risitas- Esta bien Luffy, no me fijare mas en Torao-kun -Dijo en tono sarcástico.

-Shishishi~ que bueno Robin!

Todos comenzaron a reír divertidos, inclusive Law sonrió un poco, se sentía mas cómodo, a pesar de ser ambos hombres la tripulación parecía aceptarlo felizmente, quizás eran una banda de infantiles piratas, pero eso no quería decir que no fueran excelentes nakamas, comprensivos y en ocasiones hasta agradables, o por lo menos eso fue lo que pensó Law.

Aquel momento fue interrumpido por unos cañonazos que empezaron a caer en todas partes, eran tantos que el mar se agitaba y movía bruscamente el barco, todos se tambaleaban en un intento por permanecer de pie.

-¡¿Que sucede?! -Exclamo Zoro saliendo de golpe de la habitación en la que dormía.

-¡Nos atacan! -Dijo Ussop mientras corría a esconderse dentro de un barril.

-¡¿Pero quien nos ataca?!-Grito Nami para hacer oír su voz, pues el ruido era demasiado fuerte y los cañonazos no cesaban.

-Que oportuna su pregunta, Nami-san -Una voz de mujer se escuchó entre todo el ruido, los ataques cesaron y solamente se escuchaba el sonido de unos pasos ligeros.

Todos los mugiwaras voltearon, una extraña mujer de cabello rojo, alta, de ojos verdes y vestida de una manera peculiar con un sombrero de plumas estaba parada en medio del barco, nadie se había percatado de la llegada de aquella extraña.

Adoptando una postura de ataque todos se posicionaron a su alrededor, a lo que ella solamente sonrió, siguió caminando y se detuvo enfrente de Law y Luffy, los miró detenidamente y cruzó los brazos en señal de desacuerdo.

-Mi nombre es Sinae, nací en una pequeña isla y soy hija del jefe de la aldea que ahí habita, descuiden, no vengo a causarles problemas, mugiwaras, simplemente vine a saludar a Trafalgar -Habló con una sonrisa misteriosa, se veía tranquila pero a la vez parecía no tener buenas intenciones.

-¡Entonces porque nos atacaste! -Nami habló, al igual que todos, parecía desconfiar de sus palabras.

-¡Oh! -Exclamó asombrada, como si le hiciera gracia el comentario de la navegante- Eso era solo un saludo, como aun es de mañana pensé que todos estarían dormidos, simplemente quería advertir de mi presencia.

Todas la miraban con desconfianza, a ella pareció no importarle, simplemente miró a Law, quien la veía fríamente.

-Torao ¿la conoces? -Preguntó Luffy desconcertado.

-Sinae... -Articuló fríamente-... ¿Qué haces aquí?

-¡Hey no seas tan frío conmigo! -Contestó de manera retadora y creída- después de todo ¿por qué no molestarme en visitar al hombre que una vez amé y además dejó morir a mi padre?...