Capitulo 11.

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Rose mira a las personas que la están escuchando atentamente.
—Fue la última vez que el Titanic vio la luz del día.
Brock asiente y dice:
—Es el ocaso de cuando se hundió.  Le quedan seis horas.
—Increíble. — continúa Lewis —Smith está ahí con la alerta de hielo en la maldita mano... Perdón, en su mano y ordena más velocidad. —camina hacia a lado de Brock.
—26 años de experiencia estaban contra él. Cree que algo que los hunda, se verá a tiempo para girar. El barco es enorme con un timón muy pequeño. —Dice Brock tranquilamente. —No gira fácilmente. Todo lo que sabe está mal.
Pero Rose sigue inmensa en la historia que está empezando a recordar. Y ahora mirando a la ventana encuentra un viejo mueble, que al acercarse a él, a través de sus recuerdos, va tomando color y volviendo a través de los años.

—Es apropiado, te lo aseguro. —le comenta Rose a Jack entrando en la habitación. —Esta es la sala.
Cierra la puerta y se quita el abrigo.
—¿Está bien la luz?
—¿Cómo?
—¿No necesita luz un artista?
—Cierto... —dice Jack pasando su dedo por el mueble. —Pero no acostumbro trabajar en tan horribles condiciones— habla con un acento francés.
—¡ Monet! —exclama de repente admirando el cuadro que tiene a su vista, camina hacia él.
—¿Conoces su obra?
—Por supuesto. Ve como usa el color. Precioso, ¿no?
—Lo sé, es extraordinario.

Rose abre la caja con una combinación.
—Cal insiste en llevar esto a todas partes.
—¿Crees que volverá pronto? —pregunta explorando el lugar.
—No mientras los habanos y el brandy aguanten.
Rose le enseña el collar que le regalo Cal, el corazón del mar.
—Esta precioso. ¿Qué es, un zafiro?
—Un diamante. Un diamante muy raro.
Jack lo examina, negando.
—Jack, quiero que me dibujes como a tus francesas. —le dice Rose de repente. —con eso puesto.
—Esta bien—le contesta él con sus ojos todavía en el collar.
—Solo con eso puesto.
Él desvía su mirada hacia ella.

Rose se quita la hebilla en tonos verdes, en forma de mariposa.
Menea su pelo de un lado hacia otro.
Jack acerca un sillón y lo pone en el centro de la habitación. Acomoda las almohadas, y luego preparas sus lápices afilándolos con paciencia, sentado.
Rose entra en la habitación y él se detiene.
Rose restriega la cuerda de su bata, y Jack le sonríe.
—No deseo otro retrato luciendo como muñeca de porcelana. Como un cliente que paga —confirma entregándole una moneda —espero recibir lo que quiero.
Rose camina hacia atrás y desliza la bata por su cuerpo hasta que cae al suelo.
Jack la mira con detenimiento. Trata de hablar pero lo dice en susurro.
— Recuéstate sobre la cama... el sofá. —Rose avanza y se acuesta lentamente —Anda, recuéstate. —la incita Jack.
—Dime cómo. —le dice ella.
—Regresa el brazo como estaba.
Rose levanta el brazo por sobre su pecho hasta tocar la almohada que está en su cabeza.
—Levanta el otro. La mano justo a la cara. —le demuestra tocándose el rostro. Rose pone su mano izquierda justo a su rostro, en la frente . —bien. Ahora, baja la cabeza. Los ojos en mi. Déjalos en mi.
Jack toma aire y continúa:
—Trata de quedarte quieta.
Rose suspira, sonríe y luego vuelve a su pose.
Jack toma aire, lo suelta y comienza a dibujar.
La mira mientras va dibujando el contorno de su rostro.
—Que serio— le dice ella aún sin moverse.
Jack sonríe, pero continúa dibujando. Aparta unos mechones de pelo castaño que caen en su frente, y sus ojos verdes solo ven a Rose.
Sus manos continúan pintando la parte de collar, y luego las manos, formando sombra.
Luego sigue con la figura de su pecho.
—Creo que se está sonrojando, gran artista.
Jack solo responde con una sonrisa, otra vez.
—No imagino a Monet sonrojándose.
—Él pinta paisajes. —Rose sonríe— Relaja tu cara.
—Perdón
—No te rías—dice Jack con absoluta tranquilidad.
Rose vuelve a tomar aire y suspirar.

Los ojos celestes de Rose, se van transformando pese a los recuerdos y volviendo a la realidad.
—Mi corazón latió fuerte todo el tiempo. Fue el momento más erótico de mi vida.
Todos miran expectantes, y con atención a Rose.
—Al menos hasta entonces.
—¿Y qué pasó después? —pregunta Lewis.
—¿Quiere decir, que si lo hicimos?
Todos muestran una sonrisa en su rostro.
—Lamento decepcionarlo, Sr. Bodine. Jack era muy profesional.
Rose continúa recordando el momento.
Jack escribe sobre el dibujo "Abril 14 1912 JD"
Jack toma la carpeta con el dibujo y sopla los restos de mina.
Lo cierra y se lo entrega a Rose.
—Gracias—le dice Rose.
Vuelve a besar a Jack, intentando tomar la carpeta pero él no la suelta, sin querer romper el beso.

Rose se sitúa escribiendo una carta.
—¿qué haces? —pregunta Jack.
—¿Lo guardas en la caja fuerte? —le pregunta Rose entregándole una caja rectangular azul oscuro.
Jack silba despacio, al admirar lo que se encuentra en la caja fuerte.

Cal que estaba sentado con otros pasajeros se levanta y dice:
—Señores, ¿me disculpan?
Ellos le asienten.
Cal se acerca a Lovejoy y este le dice:
—Ningún sobrecargo la ha visto.
—Esto es absurdo. En este barco, hay pocos sitios donde pueda estar. Lovejoy, encuéntrela —exige Cal perdiendo la paciencia.

TitanicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora