Capitulo 19

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Mientras tanto Molly trata de ayudar a los demás pasajeros a subir al barco:
—Vamos, hermana, ya oíste, sube al bote.
Rose aguarda junto con Ruth y Cal. Él pregunta.
—¿Hay lugar para un caballero?
—solo mujeres por ahora, señor.
Rose mira a una mujer que abraza a su esposo llorando.
Molly se sube al bote y Ruth pregunta:
—¿Nos sentarán de acuerdo con la clase? Ojalá no estén muy llenos.
Cal sonríe.
Rose la mira estupefacta y asqueada.
—Oh, madre ¡Cállate! ¿No entiendes? —la toma del brazo— el agua está helada y faltan botes. Falta la mitad de ellos. La mitad de los pasajeros morirá.
—No la mejor mitad. —agrega Cal.
Rose lo mira.
—Vamos, Ruth, sube. Los asientos de primera están acá.
Un oficial ayuda a Ruth a subirse.
—Lastima que no guarde el dibujo. Mañana valdrá mucho más. —le comenta Cal
Otra bengala es lanzada.
—Eres un verdadero bastardo. —Rose ataca
—Vamos, Rose. Hay mucho lugar para ti. Vamos Rose.
Molly extiende su mano, Cal coloca un guarda vidas en el lugar de Rose para que se siente.
—Sigues tú, querida.
—Sube al bote, Rose. —ahora habla Ruth.
Rose las mira retrocediendo. —Rose, súbete al bote—habla con firmeza —¿Rose?
—Adiós, Madre.
Dice y se aleja.
—¡Rose! ¡Vuelve acá!
Rose corre pero Cal la toma del brazo.
—¿A donde vas? ¿Con él? ¿No para ser la hetaira de una rata?
—Prefiero ser su hetaira que tu esposa.
Rose sigue corriendo pero Cal la vuelve a agarrar. Pelea para safarse.
—¡No, no! —pero ella continúa luchando—¡te dije que no!
Rose lo escupe y se va corriendo.
—¡Rose, detente, por favor! —Ruth grita
—Bajenlo —ordena un guardia
—¡Rose!
—Todos juntos.
—No, esperen.
—Bajenlo parejos.

Jack continua mirando por la ventana preocupado ya que ahora solo puede ver agua.
—¡Auxilio! —comienza a pedir —¿puede alguien oírme?
Golpea las esposas contra un caño.
—¡Hola, oigan, ayúdenme!
El pasillo está desierto y el agua comienza a subir por las escaleras.
—¿puede alguien escucharme? ¡Ayúdeme alguien!

Rose corre por los pasillos.
—¡Sr. Andrews! —grita y continúa corriendo

—Camarero, revise el corredor.
—Si, Sr. Andrews.
Thomas ahora se dirige a una pasajera:
—Póngase chaleco, y vaya a un bote. —camina y le habla a una camarera —Lucy, ponte un chaleco, da el ejemplo.
—¿alguien aqui? —pregunta mientras habré la puerta de un camerino.
—¡Sr. Andrews! —Grita Rose y lo encuentra. —¡Gracias a Dios! ¿Donde pondrían a alguien bajo arresto?
—¿que? Debe ir a un bote de inmediato.
—¡No! Lo haré con o sin su ayuda. Pero sin ella tardaré más.
Andrews niega con la cabeza pero dice:
—Toma el elevador hasta abajo. A la izquierda por el pasillo de tripulantes, luego derecha e izquierda en la escalera. Llegará a un pasillo largo.

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