Capitulo 23.

804 22 12
                                    

—¡Fuego! —grita uno de los oficiales y dispara una bengala.
—¡Señor! No puede pasar por aquí. —le dice uno de los oficiales a Cal. Este lo empuja y sigue caminando. —¡No puede pasar, señor!
Lovejoy lo sigue detrás imitándolo.

—Si, estupendo. Bien —pronuncia el Sr. Ismay
—Prepárense a bajarlo.
El señor se introduce dentro del barco al oír las palabras.
—Listos a la izquierda —dice uno de los oficiales que mira a Bruce por unos segundos mientras este respira nervioso. El oficial da la señal de bajar los botes igualmente.
—Bájenlos. Manténganlo parejo. Ambos lados juntos, parejos. Manténganlo parejo.

—Démela. —uno de los oficiales toma a una niña de los brazos de su padre.
—Papá. —está grita
—Estarás bien, nena.
—Tómela.
—No te preocupes.
Las dos hermanas y su madre miran a él padre.
—Es un adiós solo por un rato. Solo por un rato. Habrá otro para papas.
Rose mira todo el acontecimiento.
—Este es para mamás y niños.
Las niñas lloran.
—Dale la mano a mamá y pórtate bien.
Rose se da vuelta y mira a Jack.
—No me iré sin ti.
—No, te tienes que ir. Ahora.
—No, Jack.
—Sube al bote, Rose.
—No, Jack.
—Si. Sube al bote.
—Si, sube al bote, Rose. —Cal a su lado le dice.
Ambos lo miran perplejo.
—Dios mío. Mírate. Te ves terrible.
Cal le quita la manta azul que tiene, se la tira a Jack, y le pone su abrigo.
—Ponte esto. Anda.
—Retrocedan, por favor. —grita un oficial a los pasajeros.
Cal la acaricia la cabeza al ponerle el saco y Jack la separa para decirle:
—Vete, yo tomaré el siguiente.
—No, no sin ti.
Cal niega de lejos.
—Estaré bien. Soy un sobreviviente, ¿si? No te preocupes por mi. Anda, sube.
—Hice un arreglo con un oficial del otro lado. —explica Cal —Jack y yo podemos irnos a salvo. Ambos.
Jack lo mira, piensa un segundo cuando dice:
—¿Ves? Debo subir a mi bote.
—Vete. Anda, date prisa. Esta casi lleno.
Un oficial la agarra y la lleva hacia el bote.
—Suba, señorita.
—Anda, date prisa.
—Suba, por favor.
—Pórtate bien, hija.
—Pise con firmeza.
—Ya está.
—Atrás. Atrás, le digo.
—Despeje la hilera.
Rose toma la mano de Jack y un oficial la suelta:
—Sigan adelante, continúen.
Rose se sienta.
—Bájenlo parejo.
—Despacio. Bájenlo.
Rose mira a Jack y este le asienta con la cabeza.
—Eres un buen chico —le dice Cal.
—Parejo —grita un oficial
—Casi tanto como usted.
—Despacio.
Jack piensa unos segundos en como decir lo siguiente:
—No hay... ningún arreglo, ¿verdad?
—Despacio —siguen gritando
—No, si lo hay. Pero no te beneficiarás de él.
Jack lo mira
—Bajen parejo
—Yo siempre ganó, Jack.
—Bájenlo parejo.
—De una forma o de otra. —continúa este.
—¿que hacen? Nivélenlo, muchachos.
Jack baja la mirada hacia Rose.
—Sigan adelante.
Rose mira las cuerdas que sujetan al barco y luego mira hacia arriba donde Jack y Cal apoyados en la baranda la miran descender.
Jack vuelve a asentirle.
Rose mira al oficial dar indicaciones, a las niñas despedirse de su padre y al oficial gritar que bajen el bote a nivel. El ruido ya le parece cesar por solo puede pensar en una cosa.
No deja de mirar a Jack mientras el bote se aleja más de ellos. Este continúa mirándola y detrás de él se pueden ver las bengalas que esparcen luces.
Entonces Rose decide.
Mira hacia adelante y luego un segundo a Jack y corre tratando de salir del bote.
—¡Rose! —Jack le grita
Esta salta y toda la gente grita.
—¡Deténganla! —los oficiales la ayudan a subir de nuevo al Titanic.
—¡Rose! ¿Que haces?
—¡Deténganla!
Rose corre hacia el interior. Jack trata de mirar que es lo que sucedió desde arriba
—¡No! —grita y se va en su búsqueda.
Ambos corren entre toda la gente.
Finalmente se encuentran.
—Rose —dice este cuando se abrazan en el pie de la escalera del interior de Titanic.
Este la levanta y la besa.
—Eres una tonta. ¿Por que hiciste eso? —continúa besándola —¡Eres una tonta, Rose! —la besa sujetando su rostro y ella el de Jack— ¿Por que lo hiciste? ¿Por que?
—Si tu saltas, yo salto, ¿correcto?
—Correcto. —este le sonríe y la besa abrazándola.
—Dios mío. No me pude ir. No pude irme, Jack.
—Está bien. Pensaremos en algo.
Cal la mira desde la escalera en lo alto con Lovejoy a su lado.
—Al menos estoy contigo.
—Pensaremos algo.
Lovejoy lo obliga a apartarse de ver ese acto y Cal lo mira y obedece. Pero de pronto le quita el arma del traje y corre hacia los amantes.

TitanicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora