[ML] Siempre a tu lado [Terminada]

Chocolate problemático [Ladrien]

Previamente:

Una vez terminado el peinado, Chat se dispuso a levantarse de su lugar, no sin antes hacer algo que se le había ocurrido en el transcurso. Bajó levemente el cuello de tortuga del traje de la héroina y depositó un suave y lleno de cariño beso en la parte de atrás del cuello de la dama.

Ladybug sintió una descarga que recorría por completo su espina dorsal. El felino se alejó de ella para luego levantarse de la superficie; se le quedó viendo a su dama mientras ella también se paraba. La chica estaba llena de preguntas, así que decidió empezar a hablar.

—¿Por qué hiciste-...— fue interrumpida por el dedo índice de su contrario mientras hacía presión en sus labios rosados a modo de silencio.

—Ladybug...— Adrien se había armado de valor; le iba a decir toda la verdad acerca de él y del secreto indirectamente revelado por la joven azabache. Los nervios carcomían su pecho, por lo que le costaba trabajo hablar con claridad. —My Lady, yo...— justo cuando empezaba a pronunciar las palabras siguientes, una alarma sonó. El ruido provenía del yo-yo mágico de la heroína.

—¡Ya es más de la 01:00 am! Lo lamento gatito, pero me tengo que ir, nos vemos luego.— y sin más, la que vestía de rojo con puntos negros sujetó su arma a una antena de un edificio cercano y salió del lugar.

Chat estaba abatido. Justo cuando había juntado el suficiente valor como para decirle las cosas, su dama lo interrumpe de manera abrupta y sin consideración.

—Supongo que las cosas suceden por algo...— trató de animarse él mismo, mientras se alejaba de la Torre Eiffel para dirigirse a su mansión.

—Marinette, ¡Marinette, despierta ahora!— una aguda voz hizo que la muchacha llamada abriera los ojos. En seguida, escuchó un ruido repetitivo y de cierta forma atosigante, el cual provenía de su despertador.

—¿Tikki?— la de coletas seguía media dormida; apenas podía abrir los ojos.

—Marinette, ya vas media hora atrasada. Si no te apuras, no podrás comprar los ingredientes para el pastel que harás con Adrien.

La adolescente abrió sus ojos como platos extendidos al recordar que se debía levantar más temprano para comprar el chocolate para dicho postre. De inmediato le agradeció a su carmesí compañera y se levantó de la cama, aventando su pijama a cualquier lado de la habitación con tal de zafarse de dichas prendas cómodas para ponerse su ropa de diario.

—No llegaré a tiempo a la escuela si voy por el chocolate, pero si no lo llevo, ni Adrien ni yo tendremos una calificación en Química.— la mente de la chica trataba de idear un plan para que todo resultara de lo mejor posible y lo encontró. Volteó a ver a su Kwami que doblaba la ropa de dormir de su usuaria y sin previo aviso la muchacha gritó "Tikki, transfórmame" haciendo que la criatura dejara de hacer la tarea que realizaba para adentrarse en los aretes de Marinette.

—Lo lamento Tikki, pero te necesito ahora.— la ahora Ladybug escuchó solo un resignado "no te preocupes" de parte de su pequeña amiga. Salió al balcón y de allí recorrió media ciudad para llegar a la mejor confitería que conocía.

Al llegar al establecimiento, el encargado del lugar se asombró de que la heroína más querida de París preguntara por chocolate. El dueño de unos 30 años aproximadamente le trajo una barra de su mejor chocolate la cual la joven pagó. Cuando estaba a punto de salir, una voz detuvo a Ladybug.

—Señorita Ladybug, esto es por parte de todo Paris.— le extendió otra barra de chocolate, pero esta vez una en forma de corazón. La azabache se negó a tomarlo sin pagar por él, pero la insistencia del hombre fue mayor, haciendo que ella aceptara al final.