[ML] Siempre a tu lado [Terminada]

Diluvio amoroso [Ladrien]

Previamente:

Chat Noir salió por la ventana, mientras que Marinette sonreía al ver las fotografías.

—Lo volví a hacer...— dijo en forma de autorregaño la de coletas para después cerrar la ventana. Su compañera carmesí salió de su escondite para detenerse en el hombro de su usuaria.

—Vamos Marinette, no te debes de sentir culpable por eso.— la pequeña criatura le trataba de dar apoyo a la chica.

—¿Cómo no, Tikki? Cuando logré tener un avance con Adrien, llega Chat y empieza a desacomodar todos mis sentimientos...— su tonalidad era triste. Se llevó ambas manos a la altura del corazón para dejarse caer en su sillón-cama.

—Verás que todo va a salir bien. Lo que hagas con uno o con otro no te debe de preocupar sino al contrario, debes de disfrutarlo.— la Kwami le brindó una dulce sonrisa acompañada de un pequeño abrazo en la mejilla de Marinette, la cual era ligeramente roja.

La pequeña no podía decirle la verdad a su amiga, debía de ser ella quien lo descubriera por sí misma.

—Ahora que dices eso...— la joven hizo una pequeña pausa para llevar su mano derecha en su barbilla y el otro brazo cruzarlo a la altura de su pecho, abrió un poco los ojos al recordar sus sospechas. —Ambos tienen un gran parecido físico... E incluso su voz y algunas acciones son iguales.

—Y con esas pistas, ¿a dónde quieres llegar?— la carmesí flotó hasta colocarse enfrente de su contraria.

—Es sólo una idea descabellada pero... ¿Si ambos fueran el mismo?

Un silencio se hizo presente unos cuantos segundos en la sala.

≪Por fin te diste cuenta, Marinette... Aunque no estás totalmente segura. Lo lamento, pero yo no te puedo decir nada o sino esto se volvería aburrido.≫ pensó la criatura para contestar solamente un "¿tú crees?" seguido de una risita.

La azabache tenía un nudo mental de nuevo. Quiso salir para despejarse un poco, por lo que le pidió a Tikki que la transformara para después salir de la casa mediante la azotea. Lanzó su yo-yo hasta un edificio cercano y se abalanzó; el sentir el viento por todo su rostro hacia que se despreocupara de sus problemas como forma civil.

Estuvo vagando de edificio en edificio por la zona cercana a su casa, hasta que algo le llamó la atención. Notó que un globo se estaba elevando hasta los cielos y debajo de éste, en tierra firme, un niño de unos 5 años levantaba las manos en busca de él. La ahora Ladybug se dirigió hacia el objeto flotante que tenía forma de estrella y lo tomó del hilo.

Bajó de inmediato hacia el chiquillo con ojos cristalinos a punto de derramar lágrimas, se agachó hasta quedar a la altura de él, extendió su brazo con el globo mientras le dijo con una sincera y dulce sonrisa.

—Me imagino que esto es tuyo.

El pequeño tomó el objeto que daba por perdido y sus grandes ojos se iluminaron. Felizmente agradeció a la heroína con un abrazo lo cual la sorprendió un poco. Se apartaron para que el niño saliera corriendo con una gran sonrisa.

Detrás del ahora niño feliz, iba caminando un joven de cabellos color oro, el cual había visto la tierna escena. La de vestimenta roja con lunares negros se incorporó para terminar justo frente al modelo.