Despierta,
que es de madrugada
y alguna vez leí
que solo las almas tristes
están despiertas después de media noche.Ven,
que estoy lleno de
insomnios y soledad,
de tristeza,
melancolía,
enojo
y odio.Despliegame,
gritame,
odiame,
sálvame,
ayúdame.Ven,
que es de madrugada
y mis brazos sangran de nuevo,
y tu prometiste estar siempre conmigo,
¿dónde estás ahora?
que mis sábanas
están llenas de sangre
y no de ti,
que mis ojeras son por no dormir,
y no precisamente porque me desvelo contigo.¡Despierta!
ayúdame,
besa mis brazos,
besa mis piernas,
trae esa venda,
véndame las heridas,
porque hoy
están sangrando un poco más.Y no quiero ahogarme en estos sollozos,
porque estoy cansado,
y solo me gustaría
que alguien me dijera
que todo va a estar bien,
porque
las sábanas se manchan
aún más de sangre,
y la madrugada,
fría,
melancólica
y ruda,
tampoco me ayuda,
solo estoy ahí,
viendo la oscuridad,
pidiendo a gritos que
alguien venga a salvarme,
alguien que me salve de ti,
de tu recuerdo,
porque,
antes te soñaba,
y ahora no me dejas dormir.
