Capitulo 35: Las afueras de la ciudad

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Narradora:
Los chicos después de que encontraron el brazalete de Mary siguieron las huellas de la camioneta hasta que se acercaron a la ciudad.
- Las huellas terminan aquí- dijo Ricardo.
- No pudieron haber desaparecido así como así, ya que en la ciudad el carro tiene que volar para poder circular.- replicó Jake.
- Tal vez no entraron a la ciudad, tal vez la rodearon- dijo Dreama.
-Tal vez- dijo Ricardo- pero se veía que traían prisa y...- Jake lo interrumpió.
- ¿Qué es esto?- dijo Jake mirando detrás de unas rocas.
- ¿Es una palanca?- preguntó Dreama.
- Si lo es- dijo Jake mientras la jalo y una calle subterránea se abrió. Los chicos entraron al túnel y lo siguieron a ver a dónde los llevaba.

Mientras tanto con Mary:
Ya habían llegado al lugar a donde se dirigían, al sur de la ciudad (Mary y Ricardo vivían en las afueras del lado norte). Entonces Tyler baja del auto y le ayuda a Mary a bajar, el hombre de negro baja y los acompaña al lugar donde habían ido. Era una pequeña casa la cual nadie sabía que existía.
- Mary, ¿Podrías quedarte aquí es que tengo que arreglar unos asuntos con estos inútiles de negro.
- Claro, ¿Porque no?
En ese momento Mary estaba sola y decido irse, salió de ahí lo más rápido y silenciosamente posible. Y mientras salía se topó con todos a solo unos metros del lugar.
- Mary estás bien- Dijo Dreama.
- Si estoy bien , mejor vamos nos de aquí... ¿Qué esperan? vámonos.
Todos salieron corriendo y entraron a la ciudad, se fueron camino a la casa de Dreama.
- Mary, ¿qué fue lo paso?
- Nada salí a pasear y me encontré con esa casa... Pues no.
- Bueno me alegra que estés bien- dijo Ricardo.
- Chicos ya sé quién está detrás de los hombres de negro, el Tyler Johnson.
- ¡TYLER  JOHNSON!
- Si Tyler Johnson, de hecho pensé que no lo volvería a ver.
- Créeme Mary que yo tampoco.

Mientras tanto en las afueras de la ciudad:
- Grandioso se fue, creo que le debimos haber puesto más atención, pero no vino Ricardo, ni sus amigos por ella, creo que necesitamos una mejor carnada si queremos que Ricardo llegué aquí.
- Nosotros nos encargamos señor.
- No de esto yo me encargo.

Se estaba haciendo tarde así que cada quien se fue a su casa ya que había sido un día agitado, pero no sabían lo que les aguardaba el día siguiente.

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