Espejismo

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CAPITULOS IX

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CAPITULOS IX

En su mente aún estaba la imagen de aquel hombre, trato de olvidarlo, pero por más que lo intentaba, la imagen seguía presente, aun no entendía porque al ver a ese hombre sintió un escalofrió, que lo envolvía con agresividad, el porqué de esa sensación nunca llego, aquello se transformó en una incógnita más para su vida, estaba a unos paso de su trabajo, llego a la biblioteca, levanto la vista y vio salir a un muchacho de cabellos marrones, se acercó al chico quien se encontraba de salida.

_disculpa por llegar tarde Dohko, se me paso la hora_ hablo el muchacho

_no te preocupes, aún es temprano_ decía muy alegre el chico de cabello marrón

_no llegaras tarde a clases?

_no, si me doy prisa, adiós!_ alzo la mano para despedirse para luego salir corriendo, no le dijo mucho ya que sabía que el de cabellos verdes era de pocas palabra y no lo conocía muy bien

Había veces en las que sentía envidia de aquella sonrisa, de la alegría que emanaba, alegría que él no poseía, ingresó a aquel lugar lleno de libros que le recordaban tanto a su familia, llego hacia uno de los estantes que estaban ubicados cerca de la entrada, tomo uno de esos libros entre sus manos para darle vuelta a la portada, y poder apreciar aquellos escritos, amaba los libros, siempre le gustaron desde que era pequeño, recordó que su padre le dedico el primer libro a él por su nacimiento, una sonrisa llena de nostalgia y dolor se formó en sus labios extrañaba aquellos momentos juntos, no eran muchos, los pocos momentos en la estaban todos juntos se podían contar con los dedos , pero todos fueron agradables, sus parpados se juntaron con fuerza, como intentando poder regresar el tiempo, los ojos se abrieron al instante, cerro el libro que tenía en manos al oír la voz de un hombre que preguntaba sobre un libro de ciencia. Interrumpiendo aquel momento, coloco el libro en su lugar con tal delicadeza y elegancia digna de admira.

_busca algo en especial señor_ dijo mientras se dirigía a aquel hombre de traje elegante

_si, busco un libro de científicos, cree que me podría ayudar

_por supuesto, venga conmigo_ indico al hombre el libro que buscaba, para después dejarlo leyendo en uno de los muebles del lugar. Agradecía que no hubiera tanta gente, ya que no tenía los ánimos suficientes como para atenderlos

Camino hacia el escritorio cerca de la ventana, al sentarse un viento removió sus largos cabellos como si fuera una bienvenida, su vista se deslizo hacia el cielo, pensó en aquel joven, Kardia, nunca creyó que lo volvería a encontrar, estaba feliz y agradecido; de hecho él fue una de las personas que le inspiro a salir adelante, la otra persona era Camus, su hermano, cerró los ojos recordando aquel día en el que lo salvo de ese sujeto que intento abusar de él, se había comportado tan bien con él, hasta le ofreció su abrigo, que aun guardaba con cariño y gratitud, su mente, lo envolvió en los recuerdos agradables de su vida, en aquellos momentos en el que estaba tranquilo, a veces deseaba que todo se hubiera tratado de un mal sueño, el abrir de sus ojos lo conectaba con la triste realidad.

Déjame curar tus Heridas con "el fuego de mi corazón"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora