El escorpión

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Capítulo VI

Estaba harto de tener que obedecer a su padre, siempre le reclamaba, porque no estudiaba, y si lo hacía igual llegaban los reclamos, su madre, ella no decía nada, obedecía a su marido en todo, su padre los controlaba a todos en esa casa hasta a el mismo, no recibió amor por parte de ellos nadie en esa casa le prestaba atención ni a él ,ni a su hermano menor, ambos eran muy unidos, estaban hartos de esa casa, toda la vida lo mismo, su padre siempre con los reclamos a toda hora, él no amaba a su mujer y ambos hijos lo sabían, recuerdan que hace tiempo tuvo una amante a la cual quiso mucho pero al parecer terminaron, seguramente la mujer se enteró que no era una buena persona, el hombre se llamaba Misael Scorpius, tenía dinero gracias a los negocios que tenía, aunque nunca le importo el negocio al que se dedicaba su padre, lo único que sabía era que lo mejor es permanecer en esa casa el menor tiempo posible, y así fue, ese año se celebraba una vez más aquel festival, de seguro sería divertido, todo era mejor que estar en aquella casa, él y su hermano decidieron ir con un grupo de amigos.

Kardia Scorpius, era bastante alegre, bromista, algo vulgar, a veces pareciera que fuera sádico, pero no lo era, era bastante noble, su hermano menor se llamaba Milo Scorpius, él también era igual a su hermano, la diferencia era que Milo se controlaba un poco, era un poco solo un poco más calmado que su hermano, bueno, el grupo fue al festival, como todos los años había bastante gente, música, comida, tiendas, bailes, luces, de todo, todos decidieron ir a bailar, Kardia dijo que tenía bastante hambre, e iría a buscar un buen plato de comida y luego los alcanzaría, a lo que el resto acepto, estuvo caminando mucho, buscaba que era lo que comería, pero nada le llamaba la atención, hasta que recordó, que a 3 cuadras de allí había un mujer que cocinaba buenísimo, no le importaba caminar, ya que su estómago era muy importante, y si tenía que atravesar un precipicio por algo delicioso lo haría, camino hasta llegar a un callejón estaba oscuro, pero se había cansado de caminar, así que decidió cortar camino, entro al callejón, nunca había pasado por allí, pero su estómago le pedía esa deliciosa comida, anduvo caminando un buen rato, ese callejón sí que daba miedo, hasta que se detuvo, escucho gritos de alguien que pedía auxilio, sin pensarlo corrió hasta el lugar, no podía ver muy bien hasta que noto que un hombre alto intentaba abusa de una joven, miro hacia el suelo en donde diviso una botella de cerveza vacía, la tomo, y sin esperar mucho, la rompió en la cabeza del hombre, el sujeto cayo y pudo notar a una hermosa joven que se encontraba con una ropa muy corta, y temblaba de miedo y de frio, le pregunto si estaba bien, ella lloraba, y trato de consolarla, luego le dijo que era un chico no una chica, se sorprendió mucho ya que su apariencia decía otra cosa, le coloco su abrigo para que se cubriera, el chico se desmayó en sus brazo, lo cargo en sus brazos y decidió ayudarlo, pero no sabía qué hacer,, no sabía dónde vivía ni como se llamaba, pero solo sabía que no podía dejarlo allí, sus amigos entenderían si no llegaba, además el festival duraba cinco días, y recién iba en el primer día, así que no habría problema, iría mañana y ya.

_que lindo eres, pero que hacías aquí a estas horas de la noche,_ miro bien al chico, y tomo un mechón de su cabello verde y sonrió, su cabello era tan largo y hermoso que le sorprendió, luego miro sus blancas y delgadas piernas, para luego cubrirlo más con el abrigo

_ ahora, donde vivirás, como te llevo a tu casa, mmmmm, ya sé, no, no sé, y ahora qué hago, _se rasco la cabeza pensando, y a la vez desordenando más su alborotada melena color azul, hizo una mueca de no saber qué hacer, y se dispuso a caminar, dejando al sujeto de hace rato tirado en el suelo con vidrios alrededor.

_haber veamos, que puedo hacer, mm _ se dispuso a caminar olvidando completamente que tenía hambre, camino hacia la salida del callejón, llego a un lugar donde daban alojamiento, entro a la habitación que era bastante modesta, coloco al muchacho sobre la cama, se detuvo muy cerca, se le quedo mirando un tiempo, para luego acercarse y acariciar su rostro, su piel tan blanca, y suave, en aquel callejón no lo había visto muy bien , pero ahora notaba que ese chico era muy hermoso, tan fino, pensó que talvez era una persona que venía de afuera, y se había perdido, retrocedió un poco al notar que el peliverde empezaba a despertarse, vio cómo sus hermosos ojos se abrían, quedo encantado, aquel muchacho era un ángel, solo podía ser eso, no parecía ser de ese mundo, se decía así mismo.

Déjame curar tus Heridas con "el fuego de mi corazón"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora