Déjame curar tus Heridas con "el fuego de mi corazón"

Recuerdos del Pasado

Bueno, disculpen la tardanza pero aqui la continuación

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Capítulo XVI

La mañana recibía a un joven de cabellos azules llamado Milo, este despertó y decidió quedarse en su cama por varios minutos, su vista estaba perdida en el techo de su habitación mientras en su mente recordaba lo que Camus le había contado la noche anterior.

**********FLASH BACK**********

Ambos ingresaron a la casa, Camus le pidió a Milo que le escuchara con atención y lo más importante, que no hablara con nadie sobre este tema.

Los ojos del peli azul se mantenían sobre los de Camus quien narraba la historia de su niñez de cuando vivía en Francia y su Familia.

El peli turquesa decidió omitir y cambiar unos detalles para no preocupar e involucrar a Milo. Este escuchaba en silencio cada palabra que el otro decía, sus ojos se abrieron a la par al escuchar que sus padres fueron asesinados, y el jefe de policías había decidido enviarlo a él y a su hermano a orfanatos diferentes y por esa razón decidieron salir del país para no ser separados.

_Degel y yo estuvimos solos estos años...cambiamos nuestro apellido a Leblanc para evitar que alguien nos reconociera

_¿no has pensado en volver a Francia?_ pregunto el griego, obviamente Camus no le conto toda la verdad sobre la muerte de sus padres

_la verdad no, lo mejor es dejar el pasado atrás

_haa...debe ser muy terrible que tus padres hayan muerto en un asalto.

Camus le conto que sus padre fueron asesinados cuando unos sujetos intentaron robarles el dinero que traían, oculto que fue en la casa y que no fue por dinero, sino que más bien parecía una venganza o tal vez alguien quiso deshacerse de la familia completa.

*********FIN DEL FLASH BACK********

Milo decidió ayudar a Camus a olvidar esos malos momentos, pero muy aparte de solo ser su amigo decido confesarle algo nuevo que estaba sintiendo y que ya no podía ocultar más, en la tarde había planeado ir a verlo y confesarle algo muy importante.

Los gritos de su madre y sus reclamos empezaron a molestarle, seguramente otra vez mas discutía con su padre, o tal vez con una de las empleadas.

_!!Eres una inútil!!_ gritaba Misael Scorpius a su esposa, quien escuchaba a este sin hacer ningún reclamo

_lo siento esposo...prometo....

_! No prometas nada! todo lo haces mal_ miró amenazante a su esposa Isabel_ lo único que te pedí fue que firmaras los papeles que te pedí, y tú, ¡NO LO HICISTE!

_no podía hacerlo...no me pareció que fuera lo correcto...

_aquí tu no opinas, se hace lo que yo diga_ se levantó de la mesa y se retiró de la sala muy molesto_ ¡vieja estúpida!

Isabel continuó tomando la tasa de café sin embargo unas lágrimas escapaban por sus ojos, ya no aguantaba más los gritos de su esposo, estaba cansada de todo eso, mas no podía hacer nada más que aguantarse.

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Kardia se duchaba mientras pensaba en la persona que había ocupado toda su mente y corazón, Degel, no hacía más que pronunciar su nombre sin darse cuenta o pensar en sus gestos, sus palabras, su voz con ese tono de francés que hacía que todo lo que dijera sonara elegante y melodioso.