Martes, 6 de enero

48 2 0
                                    

Querida Rina:
Hoy empiezo a contarte la historia de mi vida. Me llamo Victoria Armendáriz y tengo trece años. Quien diga que tener trece años es lo mejor que le puede pasar a una persona está equivocado. Siento que voy a poder confiar en ti y por eso estoy contenta. Te llamo Rina en memoria de Kitty, la amiga imaginaria de Ana Frank. Porque pienso que lo mejor que pudo haber echo Ana Frank es inventar a Kitty, así que prdóname Ana por copiarte, pero no se me ocurre otra manera. Es que leer ese diario a mí me cambio la vida. Yo pensé que si Ana tuvo a Kitty, bien puedo yo inventar una amiga imaginaria que se llame Rina.

Así que Rina, te cuento: mi mami llegó hoy con dos cuadernos. Justo estábamos en la mitad de una pelea terrible con mi hermana Natalia. Ah, porque tengo una hermana (ya te contaré, es melliza y es un tema complicado porque no nos llevamos muy bien). Lo que pasa es que yo casi siempre me aguanto, pero esta vez no pude soportar y exploté. Nos empezamos a agarrar de los pelos, Rina, cuando en ese momento entró mi mamá y nos mandó al diablo. Después nos llamó y nos dijo que si seguíamos así se cancelaba el viaje sorpresa que tenía previsto para nosotras en el verano. Yo no sabía que estaba planificando llevarnos de viaje. Al escucharle sentí mas rabia contra mi hermana. Para mí viajar es lo mejor del mundo y pensar que se iva a echar todo a perder por la tonta esa, me puso peor. Mi mamá nos dijo también que teníamos mucha suerte de tenernos la una a la otra y que no nos dábamos cuenta de eso; que hay gente que daría lo que sea por tener una hermana o un hermano con quien compartir la vida. Nos quedó mirando un buen rato con mucha decepción y después nos entregó los cuadernos. Son pasta dura, como libros; el mío es morado, mi color preferido y el de mi hermana es fucsia, su color favorito. Nos dijo que de ahora en adelante teníamos que escribir por lo menos dos veces por semana lo que nos ocurría, o lo que quisiéramos y, que si bien ella no iva a leer, sí iba a revisar que hubiéramos llenado las páginas.

Nos explicó que no iva a leer porque respetaba lo que deseáramos escribir; que era donde nosotros nos podíamos desahogar y poner lo que quisiéramos. A mí me produjo mucha emoción. Yo de grande quiero ser escritora como mi mamá o pianista, o sea, no intérprete clásica como fue mi tío, porque yo tuve un tío pianista que murió muy joven, sino compositora de música de películas o compositora simplemente, como Yanni o Yann Tiersen, el compositor de Amélie, que me fascinan. Mi mami dice que para eso se necesita estudiar mucho y cuando pienso en eso, me angustio. Es que en el colegio nos hacen estudiar mucho. Estamos en el Liceo Francés y casi no tenemos tiempo para nada, pero a mí el piano sí me gusta mucho y tengo una profesora rusa que es excelente. Yo quiero contarte todo, Rina, toda mi vida. Quiero poner todo lo que siento. Vas a ser mi mejor amiga, de eso estoy segura.

Tuya siempre,

Victoria 🎆

Mundos Opuestos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora