Jueves, 14 de enero

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Diario:
Son las nueve de la noche. No he parado. Mañana nos vamos a la Plaza con un grupo de amigas, así que desde las siete me estoy probando ropa. Finalmente me decidí por un jean tubo negro, una camiseta amarilla que dice Be yourself, mis converse de cuadros blancos con negro y una chompa negra. Pero toda la ropa que me he probado está sobre la cama, o sea que ya te imaginaras la montaña.

Yo sé que la gente puede pensar que sólo me interesa la ropa, pero lo que yo quiero es llegar hacer mejor diseñadora de modas del mundo, ya te dije, y por eso me interesa tanto. Tengo una libreta en donde hago mis diseños. Mi mamá dice que si soy una diseñadora famosa, piense en hacer diseños para mujeres de todo peso, porque no todo el mundo es flaco como las modelos. Yo pienso que en eso tiene razón. Yo sé que se ve súper chévere cuando una es flaca, pero por ejemplo la Raven no es flaca y es bien famosa. A mí no me gusta cuando leo de Lindsay Lohan y Hilary Duff y todo lo que hacen. Hilary Duff era gordita cuando tenía mi edad, o sea no gordita, pero rellenita, y ahora es un palo, y a mí me parece que ha de ser bulímica. Yo no soy así flaquísima. Quisiera ser más flaca, pero no soy. Lo mejor es ir mañana a la Plaza. Allá es donde van los populares. Va full gente. Van todos los que son alguien en el colegio y yo voy a estar ahí.

¿Sabías que a la clase de mi hermana llegó un chico nuevo? Se llama Yves y es de Canadá y todas están de él porque es bien guapo. Creo que él también va a venir a la Plaza, porque ya los hombres del "grupito" ("el grupito" es el grupo de los populares") le invitaron. Yo creo que cuando él me conozca va a estar de mí, pero ahora creo que para variar está Domenique. Mi hermana dice que ella es la más popular del curso, pero en el fondo creo que todos la odian porque es bien fácil. O sea, tiene trece años y ya ha tenido miles de novios. No sé cuantos. Claro, de seguro que Yves va a estar primero con ella. Ella siempre va a la Plaza. A mí me cae pésimo y lo peor es que siempre le escucho a mi hermana que quiere ser la mejor amiga de ella. Yo no sé qué le ve.

Mañana, después de la Plaza, vamos hacer una pijamada donde mi amiga Ana

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Mañana, después de la Plaza, vamos hacer una pijamada donde mi amiga Ana. Eso también va a estar buenazo. Vamos a ver El orfanato que es una película de terror. Yo ya la vi, por eso estoy tranquila. La vi con mis primos. Hicimos una apuesta de que yo no podía gritar, porque yo siempre armo escándalo.

Casi nos morimos del susto todos por que esa película es tenaz. Te juro que es tenaz, pero por suerte, como ya sé lo que va a pasar estoy tranquila. Mi padrastro siempre se ríe de cómo yo me pongo cuando veo películas de miedo. La última vez no lo dejé dormir a él, porque sacamos The Others y cuando se acabó, todos se fueron a dormir y yo no lo dejé que se acueste, porque estaba nerviosísima.

Te voy a contar de mi padrastro para seguir con mi historia. Cuando teníamos seis años mi mamá lo conoció. Es buena gente. Cuando tengo problemas, con él es con quien puedo conversar. Me acuerdo de su matrimonio. Yo sí estaba ilusionada.

Con Amaia, la hija de Alberto, así se llama mi padrastro, hicimos una pijamada la noche anterior y mi padrastro se fue para que pudiéramos estar solo las mujeres. Así dijo mi mamá. Pasamos chévere y el día siguiente nos fuimos todas a la peluquería. Yo me hice muchos churos, pero comencé a ponerme triste. No lo podía evitar. O sea estaba triste y feliz por mi mamá. Pero al final lloré. Hubiera querido que mi papá estuviera con nosotros, pero él no estaba invitado. Por eso lloré y fue Alberto quien estuvo conmigo y me sacó a bailar durante toda la noche. Cuando uno tiene ocho años, uno piensa diferente y yo pensaba que si mi papá hubiera venido a vivir con nosotros, todo hubiera estado bien. Yo pensaba que mi mamá debía conseguir una gran casa para que todos podamos vivir ahí, incluido a mi papá. No entendía nada. Ahora entiendo todo. Pero ya no sufro tanto. Supongo que también estoy comenzando a vivir mi vida a mi manera.

Mi papá siempre me decía que cuando comenzara a crecer iba a querer estar más con mis amigos, que las cosas iban a cambiar. Ya muchas cosas me las guardo para mí, o para ti, pues tengo que admitir que te empiezo a contar mucho y que, muy a mi pesar, te empiezo a querer. Eso es bueno.

Natalia

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