When Harry listened to 1989

Especial 2

Harry se apoyó en una de las columnas que sostenía el salón de la mansión que compartía con Taylor; ella llegaría de su tour en contados minutos, y él estaba ahí para recibirla; tenía flores y una sorpresa para su hermosa novia. Cuatro años habían pasado como si fueran el primero; la familia seguía creciendo con el matrimonio de Gemma con Ashton y la llegada del pequeño Freddie a brazos de Louis y Eleanor. Todos esperaban anhelantes el momento de Harry y Taylor.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por la cerradura moviéndose, y la rubia, exhausta, entraba arrastrando una maleta. Su expresión de cansancio se esfumó en cuanto vio a Harry, aquel castaño que había robado su corazón tantas veces, que le había enseñado la seguridad, quién la hacía feliz todos los días y noches que pasaban juntos. Habían hecho completamente secreta su relación, fingiendo salir con otras personas en el transcurso de tiempo, pero la prensa creía que estaban solteros, eso iba a cambiar.

Harry le pasó las flores y la abrazó, cargándola hasta la terraza con vista al jardín, se besaron dulcemente hasta que el castaño tomó la palabra.

    —Taylor, te amo —la rubia se sonrojó—. Pero tengo que aclarar algo entre nosotros.

    —Harry... —Taylor se calló en cuanto vio la rodilla de Harry hincarse en el suelo.

    —Taylor Allison Swift. He pensado mucho en tu nombre, para ser más exactos, en tu apellido, creo que no combina contigo, no me gusta, mejor dicho, lo odio —la rubia sonrió divertida—. Después de un largo día combinando tu nombre con una gran variedad de apellidos, descubrí que sólo hay uno que queda perfecto con Taylor, y es el apellido Styles, y para cambiar tu apellido tienes que casarte conmigo ¿Aceptas? 

Taylor tenía los ojos surcados con lágrimas, pero no pudo hacer más que asentir.

    —Si Harry, acepto.