Especial 1

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Taylor abrió los ojos con los fuertes rayos del sol, se le había olvidado cerrar las cortinas con la tormenta de la noche anterior. Al moverse, sintió alguien abrazando su cintura, con su pecho descubierto tocando su espalda; al darse vuelta, se topó con un par de golondrinas tatuadas en una piel bronceada y los recuerdos de la noche anterior la bombardearon: Harry en la puerta de su casa (conquistándola una vez más), los abrazos, los besos, las caricias, su piel contra la de ella.

Harry acariciaba el brazo de la rubia con las yemas de sus dedos, pero los apartó una vez ella se volteó para encararlo; los ojos azules de Taylor lo miraron con tanta intensidad, que se sonrojó un poco

—¿Te arrepientes? —musitó el castaño inclinando la cabeza.

—¿De qué, Harry? ¿De escribir 1989? ¿De haberte aceptado anoche? ¿De acostarme contigo? Respóndeme, ¿De qué me tengo que arrepentir, Harry? —Taylor le acarició suavemente la mejilla y el chico sonrió marcando sus hoyuelos—. ¿Ahora que vamos a hacer?

—Te quiero para siempre en mi vida, con la etiqueta que quieras; le diremos al mundo cuando estés lista, viviremos como sea. Pero te quiero a ti —respondió Harry con ilusión, besando la palma de la mano de Taylor.

—¿Qué estás proponiendo, Styles? —la rubia levantó una ceja.

—Lo que quieras —Harry la estrechó entre sus brazos y ella volvió a dormir—. Sólo promete que no me dejarás.

El castaño miró a Taylor todo el tiempo que su energía lo dejó ¿Para qué dormir si su sueño descansaba entre sus brazos?

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Bienvenidos al especial de cuatro partes de When Harry Listened To 1989, espero que lo disfruten leyendo tanto como yo lo disfruté escribiendo. Y ansío publicar todos los especiales en el menor tiempo posible

When Harry listened to 1989Donde viven las historias. Descúbrelo ahora