Love Or Hate ? -Harry Styles

Capítulo 9

Harry se dejó caer a mi lado en su cama.

¿Qué hubiese pasado si Anne nos hubiera pillado besándonos? Ella sabía que Harry tenía novia y, no sabía lo que hubiese pensado de mí si nos hubiese visto, hubiese pensado que era una fresca, y no lo era. 

-Te voy a matar -susurré.

-Ya puedes ir a la habitación cariño, es tarde, deberíais dormir -dijo Anne apareciendo de nuevo en la puerta y acto seguido cerró la puerta de la habitación.

Me incorporé y caminé para salir de allí, en estos momentos estaba muy nerviosa por el echo de que Anne que casi nos pilla.

-Te queda bien -escuché y me giré con el ceño fruncido para ver a Harry mirándome de arriba a abajo con una sonrisa picarona en la cara -la sudadera digo.

Me miré entonces, lo cierto es que me quedaba enorme. Las mangas escondían mis manos y me cubría un poco menos a la mitad del muslo.

-A mi me queda bien todo -dije mirándole encogiéndome de hombros -buenas noches.

Salí del cuarto de Harry y antes de ir a la acogedora habitación que Anne me había preparado, recogí el estropicio que había echo en el baño y cogí mi ropa empapada.

Una vez en la habitación puse la ropa a secar en un par de sillas y después cerré la puerta, porque no me gustaba dormir con ella abierta.

Como nadie iba a entrar y me era demasiado incómodo dormir con los pantalones de chándal, me dejé puesta solo la sudadera, que era lo bastante larga como para tapar mi ropa interior y me acosté.

"Estaba en la cama, preparada para dormir, porque al día siguiente tenía que ir al colegio cuándo escuché un vaso romperse, eso me asustó porque no solía suceder a menudo así que me puse mis pequeños calcetines que utilizaba para andar por casa y bajé las escaleras.

-Recógelo -dijo una voz exigente, la voz exigente de mi padre.

Al escuchar eso me paré en el primer tramo de escaleras.

A continuación escuché sollozos, los sollozos de mi madre.

-Rober por favor... -dijo ella sollozando.

-¡Que lo recojas! -dijo seguido de un golpe y eso hizo que me estremeciera, pero aun así avancé un poco más y conseguí llegar a el final de la escalera donde escondida entre los barrotes pude ver una escena sorprendente.

Mi madre estaba llorando en el suelo, recogiendo los cristales rotos de una botella de vidrio mientras mi padre le daba golpes con el cinturón que llevaba en la mano.

-Rober para... -dijo ella cuando vio que mi padre estaba levantando el cinturón de nuevo.

Pero él no se detuvo. Ella sollozó, miró hacia mi dirección y me vio, me vio aterrorizada de miedo, con las manos tapando mi boca y lágrimas cayendo por mis mejillas. Cuando su mirada encontró la mía abrió sus ojos asustada y al ver a mi padre no estaba mirando, me dijo "vete de aquí, ahora" y así lo hice. Aunque tenía siete años, sentía que tenía que ayudar a mi madre, sentía que la estaba fallando, pero no sabía que hacer, así que simplemente obedecí a mi madre y con el corazón a mil por hora subí a mi cama lo más rápido que pude y me tapé los oídos con las manos para dejar de escuchar lo que sucedía abajo"

-¡Scarlett! Despierta por favor -dijo alguien sacudiéndome y entonces abrí mis ojos que no sabía que estaban empapados hasta que tuve la vista nublada en la luz que ahora estaba encendida.

Al instante unos brazos acogedores me rodearon y me apretaron fuerte, haciéndome sentir segura. Yo estaba fatigada y sudando, pero a la persona que me abrazaba no parecía importarle, y de primeras sabía, que no eran ni Carlos ni mi madre.