Capítulo 2

82 22 2
                                    

Una brisa de viento frío azotó mis piernas y mis brazos desnudos mientras el olor a lluvia impregnaba mi cuarto y llegaba a mis fosas nasales.

Me tapé corriendo ¡menudo frío! Habían pasado unos cuantos días desde el día del accidente y en esos días mis padres habían estado visitando a los vecinos y los vecinos a mis padres pero para mi gran suerte no había tenido que ver que ver al estúpido de su hijo en esas visitas.

-Scarlett -dijo mi madre destapándome -arriba, aún tienes que desayunar y no nos va a dar tiempo.

Abrí un ojo por un instante y vi a mi madre delante mía con sus brazos en jarra y la cabeza de lado ¿de qué estaba hablando esta mujer ahora? ¿es que acaso yo seguía soñando?

-¿De qué hablas? -pregunté volviendo a cerrar mi ojo. 

-Te lo dije ayer después de cenar, cuando estabas tan concentrada quitándole espinillas a tu padre -dijo ella, y pude imaginarme como rodaba los ojos al recordar tan adorable escena. 

-Mamá, desespinillar a papá requiere mucha concentración, parece mentira que no lo sepas todavía, ni si quiera te escuché -dije dándome la vuelta para buscar una posición más cómoda. 

Escuché como mi madre suspiraba, la verdad es que tenía el cielo ganado conmigo. Bueno, y yo con ella, a ver que os vais a pensar. 

-Hemos organizado un día en el campo con los vecinos -me informó la mar de contenta.

Entendía su alegría, porque sabía que le encantaba el campo, pero no, me negaba rotundamente a pasar un día aburrido y en compañía del idiota de mi vecino.

-¡Pero mamá, mira que mal día hace! Seguro que llueve y sabes que no me gusta la lluvia, se me encrespa el pelo -dije intentando darle pena poniendo mi mejor cara de cachorrillo. 

Pero no, no funcionó. 

-No importa, llevaremos ropa de cambio por si nos mojamos ¡va a ser un día maravilloso! -gritó con emoción  -Anda vístete, prepara tu bolsa y baja a desayunar -me ordenó prácticamente. 

¿Tenía una madre o un sargento?

Resoplé y me tapé la cara con la almohada.

-¡Vamos! -dijo mi madre lanzándome un cojín y saliendo corriendo de mi cuarto.

Luego era yo la infantil.

Entonces sin ninguna gana y he de decir que sin ninguna prisa, me levanté  me vestí con unos leggins negros y una sudadera gris y me hice una trenza de raíz antes de preparar la bolsa con la ropa de recambio.

Bajé a la cocina y como mi padre leía el periódico y mi madre preparaba unos bocadillos cogí el móvil para hablar con mis amigas de Madrid, a las que echaba mucho de menos y las que me daban mucha envidia, ya que no tenían que lidiar con vecinos idiotas como yo, pero entonces mi madre me quitó el móvil.

-Eeeeh ¿por que has echo eso? -dije haciendo un puchero y frunciendo el ceño. 

-Déjate de tanto móvil y desayuna, vamos a pasar un día agradable lejos de aparatejos como estos que nos nublan el cerebro -dijo dejando el móvil fuera de mi alcance. 

Bueno, pues ya sabéis de donde he sacado yo lo de exagerar. Que nos nublan el cerebro dice... 

-¡Papá, mamá me ha quitado el móvil! -dije recurriendo a mi padre como una niña pequeña.

-Sarah... Devuélvele el móvil a la niña.. -dijo mi padre sin levantar la vista del periódico, el ahí, a su rollo. 

-He dicho que no Carlos, vamos a pasar un día sin distracciones -dijo poniendo sus brazos en jarra, típica postura de madre para todo.

Love Or Hate ? -Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora