Narra Acacia*
-¡Es que pendeja nos tuviste que salir!-me golpeé la frente y resoplé.
-¡¿Cómo carajos se te ocurre traer un oso Real?!.-le gritó Abe.-Es más, ¿cómo lo conseguiste?-entrecerró los ojos.
-Sean me dijo que no lo podía decir...-susurró ella.-¡Pero no me culpen! No sabía que hablaba de un peluche.-se cruzó de brazos e hizo puchero.
-Torrrpe, torrrrpe ¡torrrrpe!-negó Emily.-Aunque yo podría adoptarlo, aún quiero mi zoológico.-se encogió de hombros.
-No lo adoptarás.-negó Jodie, luego puso una mano en el hombro de Lucy.-Tus intenciones fueron buenas y lo aprecio... ¡¡¿PERO CÓMO CARAJOS NOS DESHACEMOS DEL OSO?!!
La tomé de los hombros y la senté, ya que cada vez se levantaba más.-Calma, es nuestro cumpleaños. Ya veremos qué hacemos cuando nos terminemos las paletas ¿okey?
Nos comimos las paletas en silencio, mirando fijamente a Lucy.
-Bien, ya acabé. ¿Ahora qué?-resopló Abe.
-Yo tengo una idea.-sonreí.
-¿Qué esperas? Sólo dila.-frunció el ceño Jodie.
-No la tengo, pensé que diciendo eso y creyéndolo me vendría una...-puse los labios en una línea.
-No sé cómo es que puedes sacar buenas calificaciones con la mente de un delfín.-rodó los ojos Lucy.
-Lucero, los delfines son los animales más inteligentes.-negué.-Y es mejor que no hables, por que esto no fue mi culpa. Es más ya tengo la idea.
-¿En serio?-preguntó Abe.
-Observen.-empujé a Jodie, ya que me obstruía el paso para salir de mi asiento.
Jodie dijo una palabrota y yo seguí mi camino a la felicidad. Me detuve frente a la barra y me senté en una de las sillas individuales.
¿Cómo era que se llamaba el mesero? Oh, cierto, no lo dijo. Estúpida.
*Cachetada mental*
-¿Te puedo ayudar en algo?-preguntó con ambas cejas alzadas.
-Claro.-sonreí.-Soy Acacia.-extendí la mano.
-Marcus.-tomó mi mano, pero no la soltó.
Pero qué rápido cayó... Si hubiera sabido esto, lo hubiese hecho hace mucho. Pero bueno.
-¡Enfócate perra!-me gritó mi propio subconsciente.-¿Y cómo te puedo ayudar, linda?-dio una sonrisa de lado.
-Primero quiero tu número.-saqué mi celular de mi bolsillo trasero y se lo di.-No hay problema ¿cierto?-me mordí el labio.
-N... ni... no.-comenzó a tartamudear.
¡Lo TENGOOOOOOOO!
Me devolvió mi celular y lo guardé.
-Bueno, Marco...
-Es Marcus.
-Eso. Es que las chicas y yo tenemos un problema.-puse cara triste.
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5 Damas No Muy Educadas
Humor5 amigas extremadamente torpes y para nada educadas, deseosas por graduarse de la secundaria y cumplir sus sueños de viajar por el mundo. ¿Como terminaran? ¿Algo se interpondrá entre ellas? ¿Podrán ellas sobrevivir a la escuela? O peor ¿Podría la e...