Intento de Chico Popular

Capitulo 41

Capitulo 41

ALEX POV

Apoyé la espalda en la pared. Mientras me tiraba de los pelos, estaba hecho una bolita. Estaba esperando noticias de Will, lo estaban operando de urgencia. La bala fue directa al pecho. Fue mi culpa, el tipo que le disparó era miembro de los Narcos. No van a por mí, van a por los que quiero. Respiraba con dificultad, intentaba parar las lágrimas pero no podía pararlo. Me sentía tan inútil.

-¿Dónde está mi primo?- pregunta James, alcé la cabeza y le ví y se acercó a mí- ¿qué le pasado?

-Yo...- intenté hablar pero no podía estaba nervioso y sobre todo tenía miedo.

-Escuchamos un disparo y cuando fuimos a ver que había pasado...- habló Esther por mí. Le conté lo que había pasado y estuvo repitiéndome una y otra vez que no era mi culpa.

Alguien me abraza y huelo su aroma.

Era Mel.

-Todo estará bien- susurra y niego. Miro mis manos. Estaban ensangrentadas.

-Todo esto es culpa mía- inhalo pero aún así me costaba respirar, estaba teniendo un ataque de ansiedad.

-¿Estás bien?- pregunta Mel preocupada. Cierro los ojos.

-¿Quién es el corazón?- pregunto mientras observo el móvil de mi hermana.

-No te importa- intenta quitármelo pero lo alejo lejos de ella.

-¡Dámelo!- grita y río.

-¡Chicos parar ya!- papá se dio la vuelta al ver que discutíamos.

Todo se volvió negro cuando una luz cegadora lo oscureció todo.

-¡Alex!- un grito me hizo volver a la realidad. Era Esther. Me levanto y ahora no podía respirar- Tranquilo, no pasarás nada- susurra y asiento. Respiro hondo y me relajo.

Han pasado varias horas que no sé ni siquiera que hora, serán más de las seis.

-¿Alguien sabe algo de Mike y de Jessica?- pregunto pero niegan.

-Les he mandado un mensaje a los dos, así que cuando vean el móvil, vendrán- dice Esther.

-¿Familiares de Will Collins?- pregunta un médico con una carpeta en la mano.

-Somos sus primos- dice James mientras agarraba a Esther de la mano y se dirigían al médico.

-¿Cómo está?

-Hemos conseguido parar la hemorragia, pero tiene el corazón muy débil- cierro los ojos al saberlo. Me tapo la boca.

-¿Va a sobrevivir?

-Los pronósticos son optimistas, pero dentro de unas horas, en cuanto descanse seguiremos haciendo pruebas.

-¿Podemos entrar a verle?

-Está muy sedado- el doctor mira un momento su informe- ¿Tiene pareja?

-No que sepamos- contesta James- ninguno de nosotras sale con él.

-Vale, entonces sí, si ve a alguien muy importante puede que su corazón se acelere y provoque un shock. Así que manteneros lo más distantes de él y no le alteréis. Cinco minutos- el médico nos abre la puerta y le vemos.

Aguanté las ganas de llorar al verle. Con tubos en la boca para respirar, con claves en todo el cuerpo y sobretodo, estaba tan pálido. Movió su cabeza para vernos. Débilmente alzó la mano para saludarnos y se notó la emoción en nuestros rostros.