Llegar fue sumamente sencillo, al fin y al cabo él conocía aquel sitio más que a sí mismo. No era su hogar, mas encontraba allí lo más cercano y sentía a su vez que se lo arrebataban.
Fue, como otras tantas oportunidades, ante el llamado de ayuda de unos de sus conocidos de la casa y que eran el eje de la problemática.
Se trataban de KyungSoo y JunMyeon, hermanastros hace un par de años y el último nombrado era el sujeto a tratar y su principal preocupación, además de miles de otras sensaciones que no eran expresadas, pero si vividas con intensidad, sumando una notoria frustración, algo que ya se palpaba con facilidad en el ambiente.
No encontró a ningún padre al llegar y no le sorprendió. La familia Kim era pudiente y los mayores prácticamente vivían para su trabajo y diversos viajes, claramente de negocios.
Al momento de encontrarse con KyungSoo no le dijo demasiado, la atención estaba enfocada en otro sitio, exactamente en la puerta del cuarto del mayor de ambos, estando allí el restante hermanastro, todo mientras el contemplaba la madera que les separaba y el agua que se escaba por debajo, como si una gran piscina estuviera surgiendo en el lugar.
"¿Está inundando el interior del cuarto?"
Era la primera vez que ocurría, todo estaba cambiando.
–En verdad ya no entiendo.
Y sí, era una situación complicada, además que solo ellos dos sabían con mayor profundidad del asunto, ya que era más que obvio que lo que vivía JunMyeon iba más allá de la realidad y estaba conectado con sus poderes o por lo menos no existía otra respuesta.
JongIn debía controlar su frustración latente y sin decir nada se teletransportó al interior del cuarto, percibiendo en un segundo todo el ambiente perteneciente al dueño del lugar.
Observó la cama y desde su posición contempló plenamente el agua que cubría por unos centímetros el suelo, centrándose después en la montaña formada en el primer objeto y que correspondía a un humano, uno que podría reconocer hasta desde otro planeta.
Acortó mucho más la distancia al utilizar otra vez sus poderes y apareció de intruso en el lecho. No tardó mucho en aventurarse entre las sabanas y encontrar el cuerpo adverso y estiró uno de los brazos, consiguiendo así envolverle parte del torso con el mismo. Se permitía esa unión y mucho más, ambos eran tan cercanos uno del otro que no importaba. Sin embargo parecía que ahora a JunMyeon le daba igual todo, estaba tan concentrado en su mundo de los sueños que no pisaba la realidad, esa que antes compartían y les unía.
Le estaba cambiando por eso y por él.
Le cambiaba por otro y no lo comprendía, ¿qué encontraba allí que le ataba tanto y que no recibía a su lado? Podría recibir miles de explicaciones de su parte y seguiría sin entender, aunque en ese caso el contrario de suerte le hablaba al respecto.
¿Tanto recelo? ¿O pensaba que siquiera merecía saberlo? No solo él, sino también el chico que era su familia.
La idea de que ocultata el hecho por egoísmo estaba acompañado por lo que ahora les envolvía y JunMyeon únicamente se encontraba entre las paredes de sus deseos personales.
Eran guardianes y debían empezar a darse cuenta de ello y sí, ahora estaban ante algo que parecía difícil de resolver.
Pero nada es imposible.
Podía sentir su respiración y con ello su enojo se esfumaba, sobre todo cuando sintió la mano de su acompañante sobre la propia y las caricias que le recordaban a varios momentos similares, cuando todo seguía bien y ahora sólo quedaban los nostálgicos recuerdos del ayer.
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REESCRIBIENDO / Rebirth {SuLay/KaiHo, SeBaek}
Fanfiction12 vidas divididas, mundos separados y caminos que empiezan a entrelazarse, respetando así lo que dictan las profecías. El destino de todo como lo conocen y la vuelta a la estabilidad de un pasado más brillante; todo aquello está entre sus manos y d...