Capítulo 10

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–¿Te parece conveniente que se fuera solo?

KyungSoo, aquel que estaba en el pasillo de la sala en donde antiguamente se encontraban, ya se tomaba el papel del cuestionamiento y más con lo tensa que se transformó la situación.

–Supongo... –la voz de JunMyeon se apagó por un momento.

En realidad hasta él se planteaba el hecho en que quizá se equivocaba y JongIn necesitaba ayuda, ¡cómo no ayudarle ante tal estado alarmante! No podía permitir que el menor tomara tal responsabilidad y menos con algo que los afectaba a todos.

Pero seguía conociendo demasiado bien a Kim JongIn.

Darse cuenta que la realidad que conocían ya no era la misma era lo que necesitaban y tendrían que aprender de ello, aunque las caídas fueran inminentes.

No había espacio para ser testarudos.

–¿Estás bien? –su hermanastro no tardó en acercarse a él. Podía dar una primera impresión de ser alguien indiferente ante los otros sentían, pero era todo lo contrario y más si se trataba de una persona cercana–. No te preocupes de más, JunMyeon. No siempre puedes manejar todo, ¿piensas en que JongIn en verdad necesita ayuda? Entonces también pide ayuda tú. Hazlo y te apoyaremos, bien sabes que SeHun y yo no dudaríamos en acompañarte.

–Estoy cansado... –era verdad, sentía que su cabeza y cuerpo en general le pesaba toneladas, sumando a ese nerviosismo que siempre trataba de ocultar con su resplandeciente y calmada personalidad, simplemente estaba pensando demasiado–. Es un día complicado. Y lo sé, sé que me apoyaran, pero a veces lo olvido ante mi necesidad de protegerlos –era innato en su ser, tenía esa necesidad de resguardarlos, aunque era más que claro que todo tenía su límite.

Estaba preocupado de sobremanera por JongIn y LuHan, pero sobre todo por el primero. ¿Por qué tenía que ocurrir éste conflicto después de la charla que compartieron? Tendría que olvidar momentáneamente aquello y plantearse en lo que era importa ahora: Ir en su búsqueda o no, algo que no pudo pensar demasiado ante la repentina melodía de su celular.

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Mientras tanto la siguiente escena seguía similar a los minutos que pasaron, teniendo a un lado un chico excluido del mundo y uno que lo miraba inquieto, haciéndose una simple pregunta: ¿Por qué los Kim tenían que haberlos dejado a solas?


"Te lo encargo"

¡Eso había sido peor que una broma de mal gusto! Incluyendo el toque en su hombro y una tenue sonrisa que solamente el guardián del agua podía llevar a cabo, esa efectuada como si la confianza podría llenarle el pecho, ese que sería afectado por una nebulosa repleta de las sensaciones que se fueron acumulando.

No entendía cómo ni cuándo, mas sus ojos dejaron de ver a SeHun con recelo o más bien rechazo, dejando sitio a cierto matiz de preocupación, misericordia y otra cosa que BaekHyun no llegaba a comprender en ese instante y tampoco lo lograría aunque lo intentara.

Lo veía desprotegido, ocultando lo mismo ante su muralla y ese semblante frío, el cual ahora parecía arder entre su tormenta personal.

¿Entonces el otro podía ser así?

–Tranquilo –su voz salió sin pensarlo y sus manos empezaron camino turbulento hacía el rostro del menor, haciendo contracto en la brevedad y las reacciones de ambos fueron inevitables.

Era como si todo se derrumbara.

Esos ojos que antes lo miraban con desprecio ahora expresaban sorpresa, la misma que se repetía en BaekHyun y sobre todo por algo que ambos sentirían, exactamente una explosión de corrientes que se transmitirían por ambas pieles, llegando al sitio más recóndito de su anatomía, sin olvidar aquel golpe directo al alma.

REESCRIBIENDO / Rebirth {SuLay/KaiHo, SeBaek}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora