REESCRIBIENDO / Rebirth {SuLay/KaiHo, SeBaek}

Flashback (JunMyeon y YiXing)

Nunca olvidaría la primera que soñó con él.

JunMyeon estaba inundado por su vida, cada una de las obligaciones y las piedras que se cruzaban por su camino, al igual que el gran peso que el destino le dio desde el primer instante que comenzó a existir.

Hace un buen tiempo sabía de su posición de guardián del Árbol de la Vida y la aparición de JongIn fue el inicio del cambio, por lo menos en su momento.

Ya no era simplemente aquel estudiante de medicina que seguía una "buena carrera" y con un desempeño ejemplar (como esperaba el jefe de familia) sino alguien que su existencia estaba conectada a una causa mayor, algo del que si no se hacía cargo traería un sin fin de desgracias.

Sin embargo, las cosas no solamente terminaban allí, apenas comenzaban.

Recordaba aquella primera noche, había caído con una rapidez sorprendente al mundo de los sueños, quizá el cansancio de tantos libros que consumía madrugada tras madrugada, mas era algo que necesitaba de sobre manera.

En ese plano apartado podía olvidarse de las obligaciones aunque fuese por un momento, algo que agradecía, pero algo no encajaba en las diversas imágenes que comenzaban a tomar protagonismo.

¿Por qué empezaba a ponerse nervioso? ¿Por qué el aire que impactaba en su rostro parecía tan real? Observaba el ambiente, era un sitio repleto de naturaleza y él ahora se encontraba allí, perdido en un sitio semejante a un bosque. Se acercó a uno de los árboles y su mano rozó la corteza, esa que era tan áspera y fuerte, tanto como su memoria la pudiese recordar.

Suspiró.

Era un sueño tranquilo y a la vez seguía preocupado, ¿qué ocurría?

Caminó y caminó, parecía que los árboles se amontonaban más y más, como si se estuvieran multiplicando a cada paso que daba y ya se estaba cansando de ello, ¿a qué estaba jugando su mente ahora mismo? ¿Quería que se perdiera en ese desconocido lugar? No tenía que preocuparse, solamente soñaba y cuando su cuerpo desease despertarse todo eso se esfumaría.

Que iluso era en ese momento.

Lo minutos seguían pasando, aunque para el tiempo de aquel sitio fueron largas horas (y él lo vivió de esa forma), mas cuando se iba a rendir y sentarse en el suelo (esperando volver a ver el techo de su habitación una vez más) se percató que  había algo a unos metros por delante, como si al fin se hubiesen compadecido de su situación actual.

Era un claro, aquel espacio en donde los árboles que ya vio centenares de veces no existían, aunque cada vez que se fue acercando todo cambió: Ahora sí había uno de ellos, exactamente un sauce llorón, con las ramas y hojas características que rozaban el verdoso suelo, aunque a su vez dejando a la vista la imagen de un cuerpo entre las mismas, ¿acaso era de una persona? Sí, lo era y lo iba a corroborar cuando la distancia estuviese desapareciendo.

Se trataba de un joven, aquel que estaba sentado a los pies del árbol y que tenía los parpados cerrados, los que le dieron la clara señal de que estaba descansando.

No lo conocía en lo más mínimo y ni recordaba haberlo visto alguna vez, siquiera de casualidad, ¿pero por qué una presión tan fuerte en su pecho comenzaba a crecer? Estaba nervioso, como si él mismo fuera un intruso o algo similar, pero a pesar de ello no podía apartar la mirada del otro.

–¿Ocurre algo?

Se sobresaltó al ver que aquel extraño era el que comenzó a hablar, ¿no estaba durmiendo? ¿Qué podría responderle? Además, cuando notó que los ojos adversos se posaban en los suyos terminó dando un paso hacía atrás, acto que hizo sonreír al contrario. ¿Se estaba burlando acaso?