12 vidas divididas, mundos separados y caminos que empiezan a entrelazarse, respetando así lo que dictan las profecías. El destino de todo como lo conocen y la vuelta a la estabilidad de un pasado más brillante; todo aquello está entre sus manos y d...
La escena podía deducirse con un sin fin de situaciones en las que el espejo se pudo haber roto y el asombro de los aparentes implicados servía para despejar gran parte de la duda: Ellos lo hicieron y era un hecho.
SeHun ante lo dicho por JongIn no dudó en clavar los ojos en el mayor del lugar y ninguno de los dos mostraba confusión o algún sentimiento semejante, algo que en realidad era todo lo contrario, por lo menos para él.
Tenía sus pensamientos latentes y la intriga le consumía, sumado a una obvia preocupación, ¿qué estaba pasando ahora?
Cuando se quiso dar cuenta su mirada se dirigió a BaekHyun y por unos segundos se mantuvieron así, acto que fue interrumpido por el otro y sí, él hubiese sido capaz de estar de esa forma por mucho más tiempo, pero las acciones efectuadas le permitieron calmar un poco las miles de preguntas que tenía en su interior.
No, no era por sus amigos, sino por él. Las cosas provocaban un gran misterio acumulado y nada ni nadie le podía dar pistas, sobre todo ante lo que pasaba en realidad y ninguno estaba al tanto. Era alguien mezquino en ese momento, demasiado y esi era poco necesario.
El día del desastre del restaurante ya estaba en el pasado, aunque su parte gruñona y orgullosa se mantenía con fuerza y ya luego cayó en cuenta que no tenía sentido, más con lo que estarían relacionados. No deseaba ser así con alguno de los guardianes, algo que le recalcó LuHan y con ello ya se rindió. Tampoco significaba que trataba de las mil maravillas al chico de la luz y hasta decirlo le parecía un pecado, uno que tenía que aprender de esfumar por completo, sino nada funcionaria correctamente.
–¿Qué ocurrió aquí? –dijo el menor cuando por fin se acercó a BaekHyun y KyungSoo, quedando los tres por su parte, ya que JongIn y JunMyeon ya se retiraron de la escena.
–¿Hay necesidad de que lo explique? –dijo BaekHyun al instante.
Sí, ni lo dudaba, aunque la ausencia del hermano mayor del otro muchacho presente le daba más libertad.
–Quiero saber, además supongo que tiene que ver con todos, ¿no?
Ante lo planteado por el otro intentó de ordenar todo en su mente y explicar en palabras aquella fantasiosa situación. SeHun, para su sorpresa, le escuchó con una atención impecable a la vez que, gracias a su rostro y mirada, percibía que algo no estaba bien. ¿Dijo algo de más o era confuso? Igual no consiguió decirle algo al respecto.
–¿En verdad ocurrió eso? –el mayor asintió y el de la pregunta no tardó en fruncir apenas el ceño, pero no parecía demasiado ofendido, sino intrigado–. JunMyeon jamás me habló de eso... –por el tono pudo percibir muchas cosas, ¿eran tan cercanos? ¿Tan secreta era la situación que ni él estaba al tanto?–. Igual... –fue lo último que dijo y se mantuvo en silencio por unos segundos–. ¿Y KyungSoo?
–¿Ah? –por fin tuvo la oportunidad de hablar y con la pregunta miró rápidamente a su alrededor, al parecer el nombrado había desaparecido en algún momento de la plática y quedaron solos.
Era la primera vez en varios días en que estaban en un mismo cuarto sin compañía.
La posibilidad de ir a buscar al menor de los Kim podía parecer una opción, mas la misma se esfumaba cuando SeHun empezaba a dirigirse al pasillo en donde estaban los cuartos, exactamente el de JunMyeon, ¿acaso estaría buscando allí al desaparecido o era otra cosa? Al parecer lo último estaba más cercano a lo real.
El más alto lentamente volvió a sumergirse en sus pensamientos y con diversas conjeturas, entre ellas que fueron alimentadas por los restos del espejo que fue destruido y la humedad en el suelo, algo muy notorio en la alfombra que poseía la habitación de su amigo. Era claro quién era el culpable, pero aún tenía la necesidad de corroborar lo demás que le fue contado.
–¿Aquí ocurrió todo, no?
El otro le veía extrañado, de igual modo le respondió de manera afirmativa y lo demás era activado por la postura adversa, algo que le era totalmente extraño y todo porque era la primera vez que lo percibía así, aunque era de esperarse con alguien que apenas conocía.
Y del lado contrario sí, parecía perdido, algo que era para ser cuestionado y más cuando lo que le pasaba era que intentaba de concentrarse en un punto particular: ¿De dónde venía esa energía en el lugar? Era apenas un ápice de lo que parecía haber sido, pero seguía presente y al cerrar los ojos le atrapaba, dejando de lado el hecho de que no tenía una relación directa con su persona.
El viento a su alrededor le susurraba que en verdad ocurrían cosas extrañas allí.
–¿Entonces, no me ocultaste algo?
–¿Qué? ¿Por qué debería? Fue tal cual, activé mis poderes y luego pasó lo que vi, estoy seguro de que fue real.
–¿Y luego el espejo explotó? –recibió un mero movimiento de cabeza, un claro "sí"–. ¿Puedes enseñarme un poco de eso?
¿En verdad quería que le enseñara? No estaba seguro si pasaría de nuevo y el hecho de explotar otro espejo ajeno no le daba gracia, sin embargo cumpliría con la petición, a fin de cuentas se lo estaba pidiendo con amabilidad, ¿desde cuándo eso pasaba? Quién sabe.
–De acuerdo, pero no prometo nada –dijo ya con cierta desgana, que tapaba parte de su nerviosismo y se acercó a uno de los espejos que quedaban en el cuarto y sintió con cada paso la mirada de su acompañante.
Trató de seguir cada uno de sus antiguos movimientos: se acercó hasta quedar frente a frente consigo mismo, estiró su diestra y dejó que la luz de su interior se dirigiera a la realidad, la cual se mezclaría con un plano alejado al propio, lo que no significaba que de nuevo ocurriera lo de tiempo atrás y tuvo toda la razón, no ocurrió algo similar.
La blancura de la luz cubrió toda la superficie del espejo y también fue expuesto su propio ser. Se sentía en otro sitio, como si la casa en donde estaba no existiera y estuviera solo, siendo aquello borrado y dejando en el proceso una sensación de encuentro, como si esperara a alguien y su pecho dio un vuelco, sobre todo cuando una voz llego a sus oídos.
–¡BaekHyun!
La realidad fue tan fuerte como la pronunciación de su nombre y salió del repentino trance.
¿Qué fue todo aquello?
–¿Estás bien?
–Sí... lo estoy –respondió sosteniendo su frente con una de sus manos y observó al menor para así dejarle en claro su estado–. ¿Llegaste a ver algo o oíste algo en particular?
–Para nada, no vi ni escuché nada –ninguno de ambos entendía lo que ocurría–. ¿Te pasó algo?
–No lo sé... Lo que sí, no ocurrió lo mismo que antes.
Su interlocutor no parecía conforme con lo que transcurría, mas no tuvo tiempo para preocuparse o algo semejante, ya que escuchar a JongIn gritar a la lejanía lo sacó de la situación y fue en su búsqueda dejando atrás al otro chico, aquel que intentaba de no creer lo que pasó con el espejo.
La voz que escuchó a través del mismo era similar a la de SeHun.
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