7.

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No se esperaba algo así de Dipper, ese chiquillo estaba lleno de sorpresas y no es que se quejara, solo que lo desconcertó ver al llegar a casa un numero garabateado en letras azules. Así que sí lo había hecho, después de todo Dipper le había pasado su número. Había dejado el libro en su escritorio junto a todos los trabajos que tenía que terminar y una montaña de cosas por leer, y aunque trataba de concentrarse en las reglas del magnetismo y el álgebra se descubrió en más de una ocasión acariciando la cubierta azul y moviendo las hojas con las puntas de los dedos.

Luego de haber cenado con su hermano y de haberle contado su improbable y exagerada versión de todo lo que pasó en casa de Dipper volvió a encerrarse en el dormitorio. Ya con las luces apagadas y en ropa interior tomó el celular de la mesa de noche. Eran las once y media. Si llegaba a despertar al castaño de seguro que lo mataría, pero eso le parecía un precio muy pequeño a pagar si así podía escuchar su voz a través del teléfono.

Marcó el número y espero. Dipper contestó al tercer tono con la voz somnolienta, Bill ya se lo estaba imaginando del otro lado de la línea con su pijama de Power Rangers y el cabello revuelto, fregándose los ojos y arrodillado en la cama en medio de las sabanas. Una punzada le clavó en el vientre hasta bajar a su entrepierna.

-Después de todo si eres un niño travieso. –le dijo llevándose la mano a la frente. Bill lo escuchó reír ligeramente aunque puede que lo hubiera imaginado.

-No ibas a dejar de molestar hasta que te diera el numero. Pero no pensé que llamarías tan pronto... ¿Estás desesperado Cipher?

-Podría estar fuera de tu ventana observándote dormir, pero para que veas que soy un buen tipo solo te llamo a mitad de la noche.

-Que miedo. –ahora si estaba seguro, Dipper estaba sonriendo, también lo escuchaba moverse y prestaba atención a cada respiración, era música para sus oídos. -¿Por qué llamabas?

Bill se incorporó para apoyarse en el alfeizar de la ventana.

–Verás... hay un asunto de suma importancia que no puedo pasar por alto. –Dipper guardó silencio esperando que el mayor continuara. Al notar que le ponía atención tuvo que pensar en una buena excusa en un tiempo récord, no quería dejar de hablar con él. –pronto habrá una lluvia de estrellas fugaces, y necesito que vayamos a verlas juntos.

-¿Lo necesitas?

-LO NECESITO... -Dijo alzando la voz para dar énfasis.

-¿Si te digo que sí me dejarás dormir?- Bill asintió con la cabeza, luego recordó que el castaño no podía verlo y dijo que sí apresuradamente. –en ese caso... iré

-¿Dipper?

-Mmm...

-¿Estás usando el pijama de los Power Rangers?

-Tal vez...

-¿Y llevas ropa interior de bajo?

-¡No voy a decirte eso, pervertido! –Bill soltó una carcajada y volvió a fijar la vista en el cielo nocturno. Las estrellas se veían mucho más brillantes esa noche. Dipper seguía hablándole, insultándolo más que nada, pero no había otra cosa que quisiera estar escuchando además de la voz infantil del chico al otro lado de la línea.

Dipper se cayó de pronto, el mayor preguntó qué pasaba, pero fue interrumpido por el susurro del castaño. 

–Mi tío está subiendo la escalera, tengo que colgar.

Y la línea se cortó. Bill miró la pantalla del celular, eran las once con treinta y nueve y ahora estaba seguro de que no podría dormir en lo que quedaba de la noche.

~

Tenía razón, no había pegado ojo después de colgar la llamada y ahora estaba pagando las consecuencias. Dos bolsas oscuras habían aparecido debajo de sus ojos pardos, y aunque aquello no fuera extraño en un universitario él se sentía desfallecer. Necesitaba suficientes horas de sueño o se pondría violento.

Como si el universo quisiera burlarse de él, uno de sus compañeros llegó a su lado con una de esas desagradables sonrisas que tienen aquellas personas que si han dormido bien. 

–Hey Bill. –le dijo. Su nombre era James, iban juntos a Cálculo y se llevaban por un año. Además de ser muy agradable James era extremadamente inteligente, de modo que por más que Bill quisiera asesinarlo con la mirada tendría que tragarse sus amenazas y saludarlo como haría un humano normal, podría serle de ayuda para un examen en el futuro.

-Hola James. –le dijo con una fingida sonrisa

-Cielos, te ves horrible. Deberías dormir un poco. – "Dormir, pero que buena idea, ¿Cómo no se me había ocurrido?"

-Supongo...

-Quería invitarte a una fiesta que harán en el edificio de la fraternidad. Es mañana a las diez, puedes llevar a alguien si quieres. –y aunque en esos momentos lo único que quería era una cama donde dormir, todos dentro de la universidad sabían que Bill Cipher jamás se perdería una fiesta.

-Ahí estaré. –Ahora solo tenía que conseguir que Dipper aceptara ir con él, sería pan comido. Después de todo ¿A quién no le gustan las fiestas universitarias?

-Una cosa más. Es una fiesta de disfraces. –ok... Tal vez convencer al castaño sería un poooooooco más difícil.

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Hola :D ¿que tal están? Yo estoy muuuuuuy feliz porque hoy me fui de viaje a valparaiso (Hey Rocio... a nadie le importa lo que hiciste) si si, no quiero aburrirlos pero tampoco puedo dejar de decirles que si hay una ciudad hermosa en el mundo es valparaiso *-* Si tienen la oportunidad de viajar a Chile tienen que pasarse por el puerto, es precioso de verdad, y si ya viven en Chile ¿que hacen que no van a Valpo? D:<<

Bueno, luego de mi interrupción volvemos con lo importante, espero que les haya gustado mucho el cap y que me dejen sus opiniones o lo que quieran en los comentarios, tampoco se olviden de dejarme una estrellita fugaz yyyyyyy nos estamos leyendo. 

bye >3<

Como Romeo y Julieta #PremiosBillDipDonde viven las historias. Descúbrelo ahora