22. (final)

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El sol comenzaba a ponerse cuando llegaron al pequeño cementerio de la ciudad. Rose daba saltos recogiendo las flores que crecían sin cuidado en el césped mientras su padre caminaba a su lado llevando una manta y un libro bajo el brazo. Llegaron hasta una pequeña colina desde la que se veía todo el lugar, una tumba solitaria se alzaba por sobre todas las demás.

-hola Bill. –dijo la pequeña arrodillada frente a la lapida luego de dejar las flores sobre el césped. –papá tuvo hoy una entrevista y estuvo grandioso, después fuimos a comer helado con el tío Will y la tía Mabel.

Dipper sonrió en silencio mientras extendía la manta en el piso para sentarse con la espalda recargada en la lápida, Rose se acercó gateando hasta quedar sentada en el hueco de las piernas del castaño. -¿Qué vamos a leer esta vez?

-se llama "La alargada sombra del amor"

-¿a Bill le gustaría?

-no tiene princesas enamoradas ni unicornios rosados, así que lo dudo mucho... pero no me importa, va a tener que escucharme de todos modos. –cada semana lo visitaban y se sentaban a leer junto a la tumba del rubio. Incluso después de todos esos años Dipper no había podido dejar de hacerlo aunque sonase ridículo, lo hacia sentir como si Bill aun estuviese ahí junto a él y Rose. –papá. –lo llamó la pequeña. -¿extrañas mucho a Bill, cierto?

-muchisimo

-¿Por qué no vas a buscarlo? El también debe estar extrañándote. –el castaño dejó de lado el libro para abrazar a la menor.

-Bill siempre va a estar esperándome. Además no puedo irme, tengo que cuidarte princesa.

-pero lo amabas

-también te amo a ti.

-¿crees que yo le hubiera gustado? –Dipper apartó el flequillo de su frente para dejarle un beso.

-estoy seguro

~

Esa noche no pudo quedarse dormido, estuvo jugando con Rose hasta muy tarde, tanto que tuvo que cargarla medio dormida a su cama. Will los acompañó a cenar y se quedó con ellos hasta muy entrada la noche.

-será mejor que me vaya. –dijo en un susurro para no despertar a su sobrina

-ya es muy tarde, ¿Por qué no pasas la noche aquí?

-no quisiera molestar

-ya sabes que no eres molestia, Will. –le dijo el castaño con una sonrisa. –a Rose y a mí nos encanta tenerte aquí. –Dipper le ofreció su cuarto para dormir y no dejaría que el peli turquesa se negara, después de todo aun no tenía ganas de acostarse, aquella iba a ser una noche larga.

Se quedó en vela en su estudio pasando las páginas del libro. Si cerraba los ojos casi podía imaginarlo pegado en su espalda, tomándole las manos y besándole el cuello. "te amo niño..."

-ya somos eternos, Bill. –su historia quedaría guardada entre las páginas de aquel libro y en los corazones de todos. Finalmente lo había entendido todo, había estado equivocado cada vez que dijo que no podía existir algo tan idealista y absurdo como la eternidad, y pensó que Bill era un idiota, pero... tenía razón.

La eternidad si existe, pero no para las personas o los momentos. El infinito era un lugar al que solo puede llegar el pensamiento. Cualquier cosa delimitada por el tiempo estaba destinada a desaparecer, personas, momentos, cosas y demás. Solo los ideales pueden ir más allá de cualquier barrera. Amor, sueños, ideas... ellos lo habían conseguido. Bill Cipher y Dipper Pines dejarían de existir y algún día su historia dejaría de contarse, pero su amor prevalecerá más allá del tiempo. Loco, dramático e infinito, tal y como el de romeo y Julieta.

~

Una mañana de la semana siguiente Dipper no despertó. Rose lo había encontrado en su cama aferrado al antiguo anillo de flor que siempre guardaba con mucho cuidado. La niña llamó a su tío que no se tardó ni cinco minutos en llegar, rose no entendió porque lloraba mientras la abrazaba con fuerza.

Los días siguientes fueron como una de esas películas viejas sin sonido y en blanco y negro, la casa siempre estaba llena de gente que se movía con lentitud y los hombros caídos, la pequeña nunca había visto llorar de tal forma a su tía Mabel o a sus tíos Stan y Ford. Will la vistió con un vestido negro que no le gustó para nada, pero por las caras tristes de todos decidió que lo mejor sería no quejarse.

Una caravana de autos llegó hasta el cementerio, Will tomó a la niña entre sus brazos para alzarla y que así pudiera ver el pálido rostro de su padre por última vez. Después de tanto tiempo esa solitaria tumba en la colina tendría otra para hacerle compañía.

Todo el mundo aguardaba en silencio mientras el ataúd bajaba hacia la tierra, lo despidieron con llanto amargo, y no fue hasta que lanzaron el primer montón de tierra que la niña le habló al oído a su tío. –tío Will... ¿Dónde irá papá?. –los ojos del mayor volvieron a llenarse de lágrimas, la acarició casi con desesperación mientras le acariciaba el rubio cabello.

-no lo sé Rose, pero no tienes que preocuparte... esté donde esté, estoy seguro de que va a estar bien.

-¿estará con Bill?

-si preciosa... estarán juntos ahora.

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muchisimas gracias por todo su apoyo conmigo y con el fic, espero que lo hayan disfrutado a pesar de todo y que no sé... les haya dejado un lindo recuerdo C: ya saben donde encontrarme y que siempre voy a estar para ustedes por si quieren un consejo, una opinión o simplemente hablar con alguien. Los amo, se los juro, los amo demasiado y no puedo esperar por verlos a todos en el próximo fanfic. hasta entonces les dejo un beso gigante gigante gigante!!! 

Rocío :))

Como Romeo y Julieta #PremiosBillDipDonde viven las historias. Descúbrelo ahora