Cosas de fandoms

Harry Potter cambiará tu vida, de una forma u otra

Sam sabía que ese día llegaría.

Al fin y al cabo, su hermano tenía 16 años, era guapo e inteligente, y aunque era un poco friki, no era un mal partido. Pero cuando pasó por el pasillo y vio a Connor delante de la puerta abierta de su armario, supo que había llegado el día.

—¿Has quedado con una chica?— le preguntó, apoyándose contra su puerta.

Connor saltó en su sitio y se giró medio avergonzado medio asustado.

—No— contesto, pero después de dudar un par de segundos se corrigió—. Bueno, sí. Quiero decir, no. Solo es Amber— dijo finalmente.

—Ah— dijo Sam—. ¿Y quién es Amber?

—Es... una chica con la que tengo un trato.

—¿Un trato sexual? ¿Sois amigos con derecho?

—Por dios, Sam, no— dijo Connor, negando con la cabeza—. Es la amiga de Lucy, la novia de Mark. Le gusta Harry Potter, pero no entiende Star Wars.— Sam soltó una carcajada sabiendo como era su hermano— Así que vamos a su casa y algunos días vemos Harry Potter y otros vemos Star Wars.

—¿Y qué toca hoy?— le preguntó Sam entrando en la habitación.

—Harry Potter— suspiró él, y volvió a mirar el armario. ¿Por qué era tan difícil elegir lo que se iba a poner?

—¿Y esa tal Amber...— preguntó Sam, sacando del armario unos pantalones piratas y una camiseta limpia— ...es guapa?

—Sí— contestó Connor, recordando cuando se lo había dicho a ella. Le parecía imposible que nadie se lo hubiera dicho antes. Era hermosa.

—Tú nunca has querido ver Harry Potter— reflexionó su hermana sentándose en la cama de su hermano—. ¿Por qué ahora sí?— Él se encogió de hombros mientras se intentaba peinar el pelo— ¿Y te pones así de nervioso cuando ves alguna película con Mark?

—Vale ya— resopló su hermano, dándose la vuelta para mirarla—. Se te ha acabado el tiempo de burlarte de tu hermano pequeño.

—Ese tiempo nunca se va a acabar— rio Sam—. Venga, solo tengo curiosidad por esa chica que ha conseguido que busques en tu armario una camiseta planchada.

—Hablando de camisetas— la interrumpió él, cogiendo un montón de ropa que había en el suelo y poniéndoselo en las manos a su hermana—. ¿Podrías lavar esto y plancharlo? Gracias. Eres la mejor.— Le dio un beso en la mejilla y salió de la habitación, en seguida se oyó la puerta de la entrada cerrándose.

Sam se quedó de pie en la habitación, con un montón de ropa sucia en los brazos y expresión sorprendida.

—Quien iba a decir que Harry Potter iba a causar este revuelo con Connor— murmuro mientras salía de la habitación. Tenía que poner una lavadora.

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Besos besosos,

May