Connor había ido a la cafetería porque ni siquiera Star Wars podía distraerle de Ámber.
Voy a matarla, pensaba, sentado en una de las mesas, tomándose un batido de fresa, ni siquiera puedo disfrutar de mi peli favorita sin pensar en ella.
Aunque a lo mejor ir allí no era tan buena idea. Al fin y al cabo, allí habían celebrado el cumpleaños de la chica y allí le había regalado a Chewie. Chewie... por un momento pensó en el perro. Hacía mucho que no le veía y, pensó tristemente, probablemente no le viera más. Pero le echaba de menos, y tenía tantas ganas de jugar con él otra vez que le pareció verle a través de las puertas de cristal.
Un momento.
No le había parecido verle. Le estaba viendo. Podría reconocer en cualquier lugar esa correa con los colores de Gryffindor. Y detrás de él...
—Hola— dijo Ámber, tragando saliva.
—Hola— respondió él, sin saber muy bien que hacía allí.
La chica carraspeo antes de hablar:
—¿Puedo sentarme aquí?
Connor asintió rápidamente y le hizo un sitio en el sofá. Ella cogió una servilleta y empezó a despedazarla nerviosamente.
—He hablado con Candace— dijo, mirándole de reojo—. Me ha contado todo.
Estuvo a punto de escupir el batido de fresa.
—¿Todo?
—Todo— respondió Ámber, suspirando—. Aunque deberías haber sido tú el que me lo hubiera contado.
—Intenté hacerlo pero estabas cabreada...
—Me refiero a antes.
Connor tragó saliva, dudando que decir.
—Ámber, me gustas mucho— empezó—. Pero Candace es mi amiga. Y... ella no quería que nadie supiera que le gustaban las chicas. ¿Debería habértelo contado después de besarla? Sí. Pero es que no pensé que fuera importante. Quiero decir, no significó nada...
—Tenías que habérmelo dicho.
—Lo sé, pero tampoco quería causarle un problema a Candace— respondió él—. Tenía pensado contártelo cuando todo se calmara un poco...
Ámber le miró y Connor paró de hablar. Esos ojos verdosos tenían ese efecto en él. No podía evitarlo. Ámber abrió los labios para hablar y el chico fijó sus ojos en ellos. Tampoco podía evitarlo.
—A mí también me gustas mucho.
Sus manos se rozaron por debajo de la mesa.
—¿Me perdonas?— preguntó Connor—. No volverá a pasar, lo prometo.
—No más mentiras.
—No más mentiras— acordó el chico, con una media sonrisa.
Ámber también soltó una pequeña sonrisa, bajando la cabeza, mientras dejaba que sus dedos se entrelazaran con los del chico.
—Bueno, prometimos que veríamos Harry Potter y Star Wars juntos y que yo sepa, se van a hacer nuevas películas.
Sus sonrisas se ampliaron al mirarse a los ojos.
—Sí— dijo Connor—. Aún quedan años para que se acaben.
_________________________________
¡Es el último capítulo antes del epílogo, así que dejaré los agradecimientos para la semana que viene!
¡Comentad, votad y compartid!
Besos besosos,
May
ESTÁS LEYENDO
Cosas de fandoms
Short StoryAmber ama Harry Potter. Connor es fan de Star Wars. Ella no entiende Star Wars. Él no soporta Harry Potter. A ella le hace gracia Connor. A él le llama la atención Amber. Un choque, una caída. Un fanboy, una fangirl. Dos sagas. Un desastre. Portada...