Cosas de fandoms

Abrazos fanboys

-Bájate del sofá, Amberina- murmuró, viéndola de pie en el sofá. Su hija pegó un salto y cruzó las piernas para caer sentada, haciendo que la mujer hiciera una mueca. Cogió unos papeles de la entrada y salió de nuevo de la casa sin hacer ningún comentario más.

-También me alegro de verte- murmuró Amber, mirando al suelo.

Connor había supuesto que era su madre, pero por la cara de la chica supo que no debía decir ninguna tontería. No sonreía, y a Connor le molestó que esa mujer (le daba igual que fuera la madre de Amber) se hubiera cargado el momento.

-¿Amberina?- preguntó, conteniendo la risa, dándole un empujón juguetón en el hombro.

-No te rías- dijo ella, medio sonriendo-. Mi padre quería que llevara el nombre de su madre. Mi madre acepto, aunque para lo que sirvió... mi padre se fue cuando tenía cinco años- le contó a ver su cara-. Y no hemos vuelto a saber nada de él desde entonces.

Connor se quedó sin saber que decir, aunque tuvo una idea. La chica no estaba mirándole, así que torpemente colocó sus brazos alrededor del cuello de la chica, sin llegar a apoyarlos.

-¿Qué es lo que haces?- preguntó ella, con voz extrañada.

-Abrazarte- tartamudeó el chico, sintiéndose nervioso por tenerla tan cerca.

-Lo estás haciendo mal- rio Amber, girándose para mirarle.

-El de los abrazos es Mark- contestó Connor, sintiéndose mejor solo por oír su risa-. Yo soy el de las peleas de almohadas.

-Eso también se te da de pena- soltó una carcajada más-. Anda, ven. Yo te enseño.

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Besos besosos,

May