Almendra conoce a sus verdaderos padres
Los nervios me estaban comiendo. Me encontraba frente a la supuesta casa de mis verdaderos padres... era una casa en un acomodado barrio, bastante linda y grande. Reuní todo mi valor y me atreví a tocar el timbre a pesar de que mis manos temblaban.
- ¿Sí? - salió a la puerta una mujer con delantal.
- Hola, busco a Antonia Martínez y Maximiliano Bustamante - mi voz fue temblorosa.
- ¿Quién es? - una mujer se asomó a la puerta, dirigió su mirada inmediatamente hacia mí y su cuerpo se tensó... supo quién era yo - puedes entrar Stella yo hablaré con ella. Antonia caminó hasta la reja, pude ver sus ojos azules iguales a los míos - ¿Almendra?
- Sí... - la mujer abrió la reja y me abrazó. No sabía cómo sentirme, no sentía ninguna conexión con ella.
- Pasa... - Antonia me invito dentro de la casa. Se notaba que eran una familia de dinero... creo que sentí algo de envidia y rencor al ver que vivían en un lugar tan bueno - Max, necesito que vengas ahora - Max... mi cuerpo tembló, ahora me encontraría con quien si era mi verdadero padre.
- ¿Qué pa... - Maximiliano no termino de hablar al verme la cara.
- Creo que todos tenemos que hablar - Antonia me señaló la mesa del comedor. Cuando tomé asiento frente a ellos, sentí como si fuera a vomitar.
- Creo que tienes muchas preguntas que hacernos... - Maximiliano habló primero. Me dediqué a mirarlo por un momento. Era un hombre alto, de unos 40 y tantos años, no se veía mal pero algunas canas ya se podían ver en su cabello.
- La verdad no son tantas...
- ¡Mamá! - justo cuando iba hablar otra vez me vi interrumpida por la voz de una niña, mi cuerpo se congeló completamente cuando dos niñas de unos 15 y 12 años aparecieron en la sala - ¡Mamá! Olivia volvió a entrar a mi dormitorio sin permiso. La chica tenía un largo cabello negro y unos ojos azules iguales a los míos, mientras que la pequeña niña tenía su cabello corto y ojos oscuros.
- Olivia que hablamos de entrar al cuarto de Catalina, tienes que respetar su espacio - viendo esta situación me preguntaba si yo hubiera sido la que se quejara de catalina entrando a mi cuarto.
- Bueno chicas, vayan afuera o a sus habitaciones, estamos algo ocupados - las chicas dirigieron su mirada a mí y solo les regalé una sonrisa antes de se fueran al patio.
- Supongo que ellas son mis hermanas.
- Sí - me respondió Maximiliano.
- Y debo suponer que no saben de mi existencia.
- No, no lo saben - era tan raro esto, me sentía como un fantasma en esta familia.
- Veo que han tenido una buena vida... - dije a continuación.
- No sé si tan buena - respondió Antonia.
- Viendo donde viven, diría que sí, pero todo es parte del esfuerzo...
- Almendra - mi cuerpo temblaba cuando mi nombre salía de la boca de cualquiera de los dos - ¿Tú has tenido una buena vida?
- ¿Quieren que sea directa? - la cara de ambos se volvió triste.
- Sí... - respondió Antonia.
- No, durante 14 años de mi vida nunca tuve nada bueno...¿quieren escucharlo todo? Porque no vine aquí a hacerlos sentir mal...
- Todo - me espetó rápidamente Antonia. Conté mi vida desde un principio hasta el día de hoy.
- Lo siento mucho Almendra - los ojos de Antonia estaban llenos de lagrimas.
- No vine para escuchar un lo siento... yo solo quiero saber por qué ¿Por qué me dieron en adopción?
- Ambos éramos muy jóvenes y la noticia no fue bien recibida por parte de nuestras familias...
- ¿Nunca pensaron en buscarme? O ¿al menos saber si de verdad estaba bien?
- No podíamos, una vez que te dimos en adopción perdimos todo contacto contigo - se apresuró a decir Antonia.
- ¿Y buscar a mis "padres"? yo no desaparecí de la tierra... - ninguno de los dos dijo alguna palabra. Sentía que la verdad ellos nunca tuvieron la intención de buscarme.
- No pienses que nosotros nos olvidamos de ti, porque nunca lo hicimos - Antonia se levantó la manga de su camiseta para mostrarme un tatuaje.
- 27-04-1992 - dijo Maximiliano levantando también su manga.
- Mi cumpleaños - terminé diciendo yo.
- Que no te hayamos buscado no significa que no pensamos en ti... - me corrigió Max. Ver que habían marcado su piel para siempre con mi cumpleaños de cierta forma me hizo sentir feliz. Ya no sabía que más decir
- Almendra - Antonia llamó mi nombre - ahora que apareciste en nuestra vidas, no tenemos inconveniente en que estés con nosotros - no sabía cómo sentirme respecto a esto ¿me estaban abriendo las puertas para entrar a su familia?
- Yo... me siento agradecida de que de alguna manera me quieran incluir a la familia, pero yo ya tengo mi vida y no está aquí, en Chile, mi vida está al otro lado del mundo en Corea, junto a mi novio y mi familia.
- Es bueno saber que tienes a alguien en quien apoyarte, pero aun así de ahora en adelante no perdamos el contacto Almendra - me dijo Maximiliano - puede que no podamos recuperar el tiempo perdido, pero queremos que sepas que si tienes una familia... - una familia, eso se sentía tan raro.
- Gracias, bueno yo creo que ya es hora de que me vaya...
- Te acompañamos hasta la puerta - Antonia se puso de pie junto a Maximiliano.
- Estos son nuestros números - Maximiliano me pasó una tarjeta - no dudes en llamarnos.
- Está bien - ambos me abrazaron antes de irme.
- Perdónanos Almendra - dijo una vez más Antonia.
- No tengo que perdonarlos por nada - dije antes de irme. Me alejé rápidamente de la casa, me sentía tan extraña por todo esto pero creo que ahora que sabía quiénes eran mis padres y sus razones, podía dar por cerrado este capítulo de mi vida.
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Strong ~ but weak for you ~ Terminada
FanfictionAlmendra Benavente es una joven diseñadora de vestuario, que a sus cortos 23 años ya tenía una marca establecida junto a su mejor amiga, Alejandra. Almendra trabajó duro durante toda su vida para estar donde estaba y las buenas noticias y el éxito...