2. Comer sano

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Y para la siguiente semana, Kyungsoo despertaba temprano en las mañanas para correr alrededor del campo de fútbol, y el fin de la semana ya estaba corriendo alrededor del internado. Se centró más en incluir frutas y verduras en su dieta, manteniéndose alejado de los productos lácteos y las salchichas, recordándose siempre que era para comer sano.

Una semana después, aunque Kyungsoo no se veía muy diferente, se sintió mucho más enérgico. El cambio de alimentos había sido bueno, y pronto Soojung lo había notado y aprobado, diciendo que podría seguir su ejemplo y también alentó a Baekhyun de hacerlo. Baekhyun solo se había reído y empujado al chico de cabello oscuro, bromeando de cómo era posible que se ponga del lado de Soojung.

Kyungsoo se sentía más alerta con todo el ejercicio que estaba haciendo. Se sentía más fuerte, más rápido y mucho mejor acerca de sí mismo. De hecho, se le hacía más fácil estudiar, y todo el mundo a su alrededor comenzó a notar sus sutiles cambios. Respondía las preguntas en clase, logrando que sus profesores le dieran sonrisas de aprobación, incluso las clases de Química no desanimaban a Kyungsoo, ya que sus calificaciones fueron mejorando poco a poco.

A mediados de octubre, Kyungsoo decidió que este control de su vida era algo que realmente le gustaba. Era como volar, ser capaz de decidir en qué dirección ir.

Pero ese comentario todavía lo atormentaba.

Así que decidió arriesgarse, tratando de tragar su vergüenza.

—¿Soojung? —preguntó serio una vez mientras estudiaba con ella en la biblioteca—. Tú crees que estoy... ¿Estoy gordo?

Soojung, quien solo le había prestado un poco de atención, había dejado de escribir y miró fijamente a su amigo en estado de shock. Parpadeó durante casi un minuto, haciendo que Kyungsoo se retorciera de nervios en su asiento. Finalmente, dejó su lapicero en la mesa y se cruzó de brazos.

—Hubiera pensado que esto era broma, pero me doy cuenta de que ya no lo es, lo que me asusta —dijo con voz grave—. ¿De dónde sacaste la idea de que estás gordo, Kyungsoo?

El chico se inclinó un poco lejos de ella, nervioso por su seriedad y preocupación.

—De ninguna parte. Es solo una pregunta honesta, Soojung. No una nota de suicidio —negó con la cabeza de repente—. ¿Sabes qué? Olvida lo que te pregunté.

—No estás gordo, Kyungsoo. Estás muy delgado y creo que deberías comer más. Eres un chico en crecimiento, después de todo.

Pero Kyungsoo no se creía eso.

A los dieciséis años y con un 1.73 cm de altura, era poco probable que siga creciendo. Y la vehemencia con la que Soojung había dicho esas palabras, le hizo pensar a Kyungsoo que tal vez ella dijo eso solo porque eran amigos.

Así que, para seguir comiendo de forma saludable, Kyungsoo decidió que tenía que ponerse a dieta.

—¡¿Estás rechazando el chocolate?! —Baekhyun había exclamado cuando estaban en los dormitorios. El castaño parecía perturbado, como si su mundo se hubiera inclinado repentinamente fuera del eje—. Kyungsoo... Vivimos por el chocolate, ¿recuerdas? Te encanta el chocolate.

Y Kyungsoo le había explicado pacientemente a Baekhyun que necesitaba mantenerse en forma para el fútbol.

—¿Y quién en la Tierra te dijo que había que dejar de comer chocolate? —preguntó Baekhyun, desconcertado—. ¿Quieres ponerte en forma? ¡El chocolate es el alimento para hacerlo!

Baekhyun no lo entendería.

Para Kyungsoo, el ser delantero en el fútbol, le exigía estar ágil y no gordo. Además, si quitar algunas cosas de su dieta había mejorado muchas cosas de su vida, tal vez quitando más alimentos, mejoraría su vida aún más.

Se convence una vez más de que no estaba tan gordo. No era como que iba a dejar de comer ni nada. Él solo estaba alejando los alimentos grasos y comía porciones más pequeñas, eso es todo.

Además de que también haría ejercicio para mantenerse en forma.

Todo era saludable.

A finales de octubre, Kyungsoo se encontró mirándose en el espejo de nuevo. Su cabello oscuro goteaba sobre su cara y una toalla envolvía sus caderas. Estaba un poco más cansado últimamente con el ejercicio extra, pero Kyungsoo descubrió que correr por las mañanas era más estimulante si se obligaba a seguir adelante hasta perder el aire. Ya había ocurrido una vez, cuando el chico de pelo negro se mantuvo mucho más allá del límite de su cuerpo, y se había sentido maravilloso. Como una explosión repentina de la energía, era como ser enchufado a un tomacorriente. Todo su cansancio se iba en ese momento, y sentía como si ni siquiera tuviera la necesidad de respirar más.

Y ahora cada mañana se forzaba a llegar a ese punto de nuevo, para ganar esa euforia temporal que era natural y sobreestimulante. Pero era difícil. Y tratando el hecho de que Kyungsoo estaba más cansado que antes, sin importar los alimentos saludables que comió: Un racimo de uvas en el desayuno, un sándwich de media lechuga y tomate en el almuerzo, un vaso grande de jugo de naranja para la merienda, y una porción mediana de ensalada con limonada para la cena. En realidad, Kyungsoo creía incluso que comía más que un adulto normal.

Sin embargo, de pie ante el espejo, era simplemente demasiado.

Pellizcó el dorso de la parte superior del brazo y casi dio un respingo ante la cantidad de grasa que recogió. Sus mejillas estaban todavía tan redondas como siempre y la masa en sus piernas no había bajado un solo gramo.

Su dieta simplemente no estaba funcionando. De hecho, parecía casi hacer lo contrario.

Lo odiaba.

Había que tomar medidas más drásticas. 

* * *
Me alegra mucho que hayan acogido esta historia como las otras que suelo publicar. Si bien la temática dista mucho de lo que suelo presentarles, me es grato saber que les interesó la trama 😢💕

¡Cuídense mucho, darlings! Ay, tengo que buscar mejores apodos, soy mala esto 😂😂🙈

Besos. 💚

Cuestión de percepción » KyungsooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora