Cuestión de percepción » Kyungsoo

4. Control al límite

Noviembre pasó rápidamente y los cambios de humor de Kyungsoo desaparecieron cuando empezó a comer más para tranquilizar a sus amigos. Aunque parecía que las cosas estaban volviendo a la normalidad, todavía no podía dejar de sentirse ansioso acerca de la comida que estaba consumiendo.

Ya no era todo sobre la dieta. También se trataba de controlar cuánto comía.

Comer como sus amigos querían, significaba renunciar a ese control sobre su propia vida, y someterse a convertirse en alguien que no quería ser. Aunque había pensado por primera vez que podía hacer cualquier cosa para ver a sus amigos felices, Kyungsoo pronto descubrió que abandonar voluntariamente el control era mucho más difícil de lo que esperaba.

No pasó mucho tiempo antes de que se rindiera de nuevo.

Era difícil comer así.

Cada mordedura de chocolate probado era demasiado dulce para su estómago, cada bocado de alimentos era como comer cartón y cada sorbo de sopa era como beber aceite. Temía la hora de las comidas y odiaba sonreír tranquilamente por sus amigos antes de renunciar a ese precioso control sobre el límite que entraba en su boca.

Abandonó su manera metodológica de comer porque la precisión había enloquecido a Baekhyun, y comió obedientemente en los segundos que Soojung recogió su plato.

Pero no se sentía bien comer así.

Todo su control pertenecía a sus amigos, y Kyungsoo casi los despreciaba por eso, aunque era él quien cedió el control en primer lugar. Pero tenía que demostrarles que no tenía problemas con la comida. Era su orgullo en juego y podía darse el lujo de renunciar a su control momentáneo por su orgullo. Una vez que les había demostrado que sus temores eran infundados, entonces podría retomar ese control sobre su vida.

Mientras tanto, él tendría que seguir sintiéndose miserable.

Kyungsoo se volvió incapaz de correr por las mañanas debido a la acumulación de nieve que se había reunido fuera. Había intentado correr los primeros días, pero notó que era demasiado difícil moverse cuando la nieve cubría sus piernas.

Así que estaba limitado a estirarse por las mañanas, ni siquiera era capaz de correr y bajar las escaleras por temor a despertar a alguien. Y con cada mañana de su actividad realizada, podía sentirse cada vez más pesado.

Una cosa era que Soojung lo alimentase más, pero otra cosa era tener que comer tanto y no poder escapar.

Odiaba los espejos ahora, porque tenía que ver su reflejo regordete que lo miraría con esos ojos oscuros llenos de pánico y esas mejillas redondas... Y ni hablar de sus brazos rechonchos.

Fue el primer sábado de diciembre cuando Kyungsoo finalmente no pudo aguantar más.

¿Acaso sus amigos no habían seguido alimentándolo por mucho tiempo?

Podía sentir la bilis en su garganta con cada bocado de comida, y su estómago protestando débilmente mientras Soojung apilaba jamón en su plato, sonriendo y hablando con Baekhyun mientras se aseguraba de que Kyungsoo comiera una dosis saludable de todos los grupos de alimentos.

Kyungsoo ya no podía soportarlo más.

Esa fue la primera vez que Soojung lo había forzado a comer carne. Y después de tener una dieta vegetariana durante tanto tiempo, el dulce aroma del jamón cocido le hizo cubrirse la nariz y la boca con las manos, con los ojos lagrimeando. Su malestar estomacal se acentuó de repente y salió corriendo, haciendo caso omiso a los gritos preocupados de sus amigos.

Apenas llegó al baño más cercano, expulsó todo el contenido de su estómago en el fregadero, con las manos sudorosas y con los nudillos marcados, mientras se agarraba del lavabo de porcelana con fuerza. Vomitó hasta que no quedó nada más que tos seca y saliva.

Giró la llave del fregadero y llenó la palma de su mano con agua para enjuagarse. Se secó la boca con el dorso de la mano y cerró los ojos con fuerza, sabiendo que no podía soportarlo más. Tenía la garganta adolorida... pero su estómago estaba extrañamente tranquilo ahora, sin náuseas desagradables esperando para atacar. Ahora que el contenido de su estómago se había ido por el desagüe y el olor se desvanecía, Kyungsoo se sintió mejor.

Fue casi un alivio respirar sin la sensación pesada en el estómago.

Una mano le tocó el hombro, y Kyungsoo inclinó la cabeza hacia un lado, con los ojos entornados al ver a Baekhyun. Sus ojos preocupados estaban molestando a Kyungsoo, porque lo que le había pasado, era por culpa de sus amigos.

—Estoy bien —dijo, tratando de ocultar el temblor de sus manos. Él se sentía mucho mejor, pero que no quería decirle a Baekhyun que vomitar lo hacía sentir bien —. Pero no creo que pueda comer el jamón.

—Soojung está esperando afuera —Baekhyun le informó vacilante—. Se siente mal por tratar de hacer que comas. No sabíamos...

—No te preocupes por eso. Solo creo que no comeré más en todo el día. Me siento mal —mintió.

—Voy a hablar con Soojung. No queremos que esto vuelva a suceder, ¿verdad? — Baekhyun bromeó con debilidad.

—No —Kyungsoo respondió—. Por supuesto que no.

* * *

Al día siguiente, Kyungsoo comió sin ánimos con Soojung y luego se fue a ese mismo cuarto de baño, a ese mismo lavabo.

Y rápidamente devolvió todo lo que había comido.