Cuestión de percepción » Kyungsoo

10. Eso es todo

Kim Jongin estaba en los servicios, secando su cabello platinado. Cuando vio que todo estaba en orden y estaba a punto de salir, oyó algo extraño.

A hurtadillas, vio con sorpresa la silueta de Do Kyungsoo.

Sorpresivo no era ver que una toalla cubría sus extremidades inferiores.

Lo sorpresivo era contemplar con horror lo terriblemente marcado que se veían los huesos de sus costillas y sus caderas. Kyungsoo susurraba algo para sí mismo y, de pronto, su espalda se curvó por una arcada.

Jongin se quedó tieso. ¿El jugador preferido de fútbol era anoréxico-bulímico?

—No, tú... tú puedes. Soojung y Baekhyun quieren ayudarte... —murmuró Kyungsoo, tapándose la boca con los ojos llenos de lágrimas—. No vas a vomitar de nuevo...

—¿Kyungsoo? —Jongin no sabía por qué demonios había salido de su escondite.

El muchacho miró al moreno con algo de pánico.

—Jongin...

Kim Jongin, el muchacho más popular del curso de Danza, hizo un gesto tan amable, que Kyungsoo pensó si había una cámara escondida. 

El chico alto le entregó un pañuelo, con una firmeza extrañamente delicada.

—Lo vas a superar, Do —le dio una sonrisa—. Tus amigos se preocupan por ti, ¿sabes? Sigue sus consejos, ir con la enfermera Yoona te ayudará mucho.

—¿Tú también...? —los ojos de Kyungsoo se abrieron aún más de la impresión.

—Oh, no —le corrigió Jongin con suavidad—. Mi hermana mayor.

El silencio invadió el ambiente, mientras Kyungsoo se secaba la comisura de los ojos. Cuando él le ofreció el pañuelo, Jongin negó.

—Quédatelo —se dirigió a la salida—. Mucha suerte, Kyungsoo.

—Gracias...

Jongin le sonrió y se fue.

Kyungsoo todavía no podía creerlo. Observó el pañuelo con confusión y luego se miró al espejo por varios minutos. 

Se fijó en las mejillas regordetas y en su cuerpo gordo. 

Pero un golpe a la realidad, le hizo ver que la piel de sus brazos desnudos parecía que estaban envuelta alrededor de un hueso, y sus rasgos eran pálidos.

Pero se sentía terriblemente gordo.

Esto lo asustó. 

Una parte lógica de su cerebro le decía que estaba muy delgado. Pero al mirar su imagen, al ver esas mejillas hinchadas y el exceso de piel en los brazos y piernas, casi le hizo llorar. La mitad del año había tratado de perder peso, y él todavía estaba tan gordo. 

No había intentado lo suficiente... 

Había escuchado demasiado a sus amigos, por eso no podía estar satisfecho consigo mismo.

Kyungsoo sabía sin lugar a dudas que no podía soportar esto. Él haría cualquier cosa, cualquier cosa para cambiar esta situación. Odiaba sentirse tan desadaptado e hinchado.

Se vistió con rapidez y corrió por los pasillos, ignorando el comedor, sin dar ni siquiera una mirada a todos los estudiantes que desayunaban, entre ellos dos que lo esperaban ansiosamente.

Abrió las pesadas puertas que estaban en el camino de su meta. Todo debía hacerse rápidamente antes de que perdiera los nervios. No podía soportar el sentir como lo hacía. La vergüenza de que sus amigos supieran lo que le estaba pasando junto con la insatisfacción propia era demasiado. 

Sabían demasiado, mucho más de lo que él mismo sabía.

—Kyungsoo, ¿qué te sucede? —la enfermera Yoona lo miró boquiabierta, cuando él bajó la capucha, revelando los ojos cansados ​​y la piel pálida y huesuda.

—S-Señorita Yoona —balbuceó Kyungsoo con rapidez, tragando saliva, sintiendo ganas de llorar. Tenía un nudo en su garganta, le dolía hablar por lo herida que estaba—. Necesito que me haga un examen completo... y me gustaría saber sobre los trastornos de la alimentación... y sus tratamientos.

* * *

Kyungsoo finalmente escuchó, finalmente aceptó su enfermedad y, por más que la recuperación sea un largo camino, el tener amigos como Baekhyun, Sooyoung, Sehun y hasta Kim Jongin, lo mantendrán firme y, sobre todo, fuerte. 

Muchas gracias por sus comentarios y votos, realmente espero que les haya gustado esta pequeña historia. ¡Eso es todo, bonitos y bonitas!

Nos estamos viendo en futuras historias, adiós~