Álvaro se quedó a dormir en mi casa, dormimos en la misma cama, pero ni se atrevió a tocarme, si hubiera sido Fernando habríamos acabado teniendo relaciones.
Cuando desperté le vi, su cara alumbrada por un rayo de sol, ¿en realidad le quería? ¿o le utilizo para olvidar a Fernando? Esto no está bien.
Me desperté me puse unos leggings negros, una sudadera blanca y mis Air Force blancas. Baje y desayune, luego le preparé a Álvaro él desayuno, había dormido alguna vez en su casa y siempre él me lo había preparado a mi, así que le hice un zumo de naranja y unas tostadas, se lo subí y lo dejé sobre la mesita.
Bajé de nuevo y me tumbe en él sofá, donde estaba mi padre.
-Álvaro es muy buen chico, me gusta mucho para ti.
-Sí, es muy bueno conmigo...
-¿Qué te pasa? Últimamente estás muy rara, Gema, puedes contarme lo que sea, soy tu padre.
-No, no es nada.-Mentí.- Es que los exámenes finales me están exprimiendo.-Mentira, no puedo dejar de pensar en Fernando. Y hablando del rey de Roma, llamó al timbre y cuando menos me quise dar cuenta estabamos Fernando, mi padre, Álvaro y yo sentados en él sofá.
-¿Y si ponemos una película?
-Genial, yo me quedo a comer amor.-Dijo Álvaro para después darme un pico.
-¿Y si hacemos una comida para todo él equipo?-Mi padre siempre pensando en él equipo.
-Bueno...si queréis...
Y en menos de 30 minutos estaban todos aquí, incluso Bea, Erika y Adelié.
Necesitaba desahogarme, contarle a alguien lo que me ocurría, así que se lo conte a Bea y Eri.
-Tía, si no quieres a Álvaro, dejale, no juegues con sus sentimientos.-Dijo Bea.
-Es que solo me parece guapo, pero no le quiero, no quiere darme besos, no quiere tener relaciones.¡NADA!Así nunca podrá sustituir a...
-¿Qué?
-Eeh...
-Gema, repite eso.
-No es nada, Álvaro.
-Ven aquí.
Me cogió fuerte del brazo y me llevó al patio, todos los jugadores estaba dentro, menos una mirada curiosa.
-Lo he escuchado, todo, eres una puta,una miserable puta.
-No, Alvaro, no es lo que piensas.
-Hija de puta te he escuchado. Si querías tener relaciones sólo tenías que decírmelo zorra. Ahora las vas a tener quieras o no.
Me quitó la sudadera mientras yo le pegaba manotazos, hasta que uno le dio en la cara y mi uña le arañó.
-¡Aaah!-Estampó su mano en mi cara dejándome un poco aturdida, sólo lloraba, pensaba en Fernando y lloraba, esperaba que él fuera mi héroe esta noche, había soñado tantas veces que un día él dijera que había dejado a Olalla por mi...pero no, no era posible.
Álvaro besaba mis pechos, los cogía fuerte hasta que un puño le dio en la sien dejándolo tumbado, Torres.
Me tiré a él abrazándolo, y él me correspondió, cogió mi sudadera del suelo y me la puso
-Muchas gracias, Fernando.
-No las des Gema, tranquila.
Le abracé otra vez, era lo único que necesitaba,un abrazo para olvidarme de todo, de todos los problemas, pero ¿como es posible que me calme la persona que me hace sufrir?