Just you

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No sabia que decir a si que solo me quede mirando sus hermosos ojos, que habían vuelto a su color azul nocturno. 

-William...- ¿que podía decir? 

-Desatame- dijo -por favor- añadió con una media sonrisa que me hizo derretirme 

-No puedo volver a lo de antes, no después de lo que dijiste- le dije levantándome de su regazo y rodeándolo -no me refiero a... el sexo- tartamudee, al parecer podía ser muy osada pero no podía hablar sobre ello -me refiero a que necesito que seas solo para mi. Se que dijiste que no podía pensar de esa forma, pero no puedo compartir, no estoy tan evolucionada para eso- 

con parsimonia deshice cada nudo mientras hablaba, no podía pasar por lo mismo no podía ser solo su sumisa. quería ser suya en todo lo que implicaba.

cuerpo y alma

No quería tener que batallar contra mi misma cada vez que estaba con él porque no sabia si él sentía algo por mi mas allá de la lujuria. 

William no dijo nada mientras se sobaba las muñecas y estiraba y relajaba los brazos 

me quede sobre mis rodillas tras de él 

Quizá su confesión no cambiaba nada. 

él se levanto y se giro para mirarme, él en su imponente gloria desnuda siempre lograban robarme el aliento. 

-ven aquí, Joselyn- su voz era tan demandante como siempre y al igual que siempre mi cuerpo obedeció y me levante y fui a pararme frente a él -No pienso volver a compartirte con nadie, el solo pensarlo me saca de mis casillas. Eres MÍA- hizo bastante énfasis en la ultima palabra -claro, si tu quieres volver a serlo- 

aparte mi mirada de la suya -nunca deje de serlo- admití 

Sus manos tomaron mi rostro y de inmediato me perdí en el profundo azul -entonces yo soy tuyo. Desde el momento en que te vi, fui solo tuyo. Porque no me imagino complaciendo a otra mujer que no seas tu. No me imagino amando a otra mujer que no seas tu- 

Dios mio

Mis piernas se tambalearon y él me estrecho entre sus brazos, su piel tibia contra la mía, su aroma llenando mis pulmones, sus fuertes y magros músculos rodeándome con tanta ternura y delicadeza como si fuera la cosa mas frágil y valiosa que jamas hubiera estado entre ellos. 

-Me arruinaste, William- le dije mientras inhalaba profundamente bañándome en su esencia -después de ti, nunca nadie seria ni siquiera medianamente bueno, nunca nadie tendría lo que siempre seria y sera tuyo- me aparte mirándolo, porque por primera vez no habia una lucha en mi interior

-My sweet Joselyn- dijo besando la punta de mi nariz y luego mis labios -déjame hacerte el amor. Déjame venerare con mi cuerpo-

No espero por mi respuesta mientras me daba un lento y húmedo beso y me llevaba a la cama, me aferre a sus biceps y sentí mi corazón retumbar fuertemente en mi garganta mientras sus manos acariciaban mi cintura para luego agarrar mi trasero.

William me dejo caer en la cama y paso sus manos lentamente por mis pantorrillas acariciando mis piernas antes de subir a la cama y darme un beso rápido en los labios para seguir bajando por mi cuello, dibujar mi mandíbula con sus labios y pasar a atormentar mis pezones con sus dientes. Continuo su camino por mi vientre, sus manos yendo en sentido opuesto que su sus labios terminando por abarcar mis pechos en sus palmas justo en el mismo momento en que él llego a mi humedad y la punta de su lengua tentó mi clítoris para luego dar una lenta lamida por mis pliegues haciendo que me aferrara a las sabanas y moviera las caderas, tratando de estar mas cerca de su toque.

William siempre habia movido su lengua de forma casi castigadoramente rápida, pero esta vez se estaba tomando su tiempo, su lengua se movía lenta y lánguidamente, robándome el aire. sus dientes capturaron mi clítoris y luego la punta de su lengua tentó la carne entre sus dientes, haciéndome gemir prolongadamente

cuando sus dedos me penetraron y adquirieron el mismo ritmo que su lengua, no pude resistir mas y todo mi cuerpo se tenso, mis piernas empezaron a temblar incontrolablemente mientras me aferraba a sus palmas a un en mis pechos mientras el apretaba mis pezones que estaban entre su indice y anular. 

-WILLIAM- deje una de mis manos sobre la suya y la otra la sumergí en sus mechones azabaches

Él siguió acariciando mi carne pulsante y sensible, sus dedos curvándose en mi interior y prolongando mi orgasmo hasta un punto en el que se sentía demasiado

-Para- gemí, arqueandome -dios, William, para- no podía soportarlo mas era demasiado para que mi cerebro lo procesara mi carne volviéndose extra-sensible bajo sus lengua tentadora.

Su boca por fin se aparto y volvió a hacer su camino por mi cuerpo hasta besarme, el sabor de su boca mezclado con el mio 

-Extrañaba tanto, escucharte decir mi nombre de esa manera- dijo entre besos mientras pasa su erección por mis pliegues acariciarse a si mismo con ellos -jamas vuelvas a castigarme con eso, sin poder escucharte gemir mi nombre- 

Asentí

Su mano atrapo mi mandíbula -dilo Joselyn- 

-Si, señor- respondí con una sonrisa 

Luego se posiciono sobre mi y sentí la punta tentar mi entrada 

-William... por favor. Te necesito- casi lloriquee

Me penetro lentamente, sintiendo cada centímetro. Exhalo fuertemente mientras lo hacia -Dios, te sientes también- dijo con la voz forzada 

Sus empujes también tomaron el ritmo que sus dedos habían tomado hace unos minutos y yo solo pude clavarle las uñas en la espalda mientras lo sentía llevarme cada vez mas cerca del orgasmo.

Lo escuchaba susurrarme cosas pero no podía pensar en nada que no fuera su cuerpo fundido con el mio. 

William tomo mis manos en las suyas y las uso de ancla para penetrarme mas profundo, ambos gemimos con cada estocada, vi sus ojos ponerse vidriosos y los sentí hacerse mas grande dentro de mi 

-¿estas lista, my sweet girl?- pregunto con voz estrangulada 

-si- dije tratando de coger un poco de aire 

-come for me baby- 

escucharlo decir esas palabras fueron como una bendición, mi cuerpo se dejo ir mientras luche con mis ojos para dejarlo abiertos y ver su cara retorcida por el placer, sus ojos tampoco se apartaron de  los míos mientras un grito silencioso abría mis labios. 

Cruce las piernas, rodeando su cintura y lo apreté fuertemente contra mi, mientras lo sentía llenarme y liberarse dentro de mi. 

Me di cuenta de que si él era un demonio, como decía, gustosamente viviría en el infierno con él. 






My sole regretDonde viven las historias. Descúbrelo ahora