Capítulo 32:

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Mierda y más mierda. Jen.

Intento alejarme, pero es imposible. Ella sabe que me encuentro allí, observándola, y cuando me giro, me toma del brazo.

*Flashback*

Me encuentro delante del ordenador, jugando con Mangel. De repente entra Jen a la habitación. Yo estoy con los cascos puestos, así que no logro escuchar lo que está diciendo, pero tampoco le presto atención. Se acerca y me los quita.

-Rubén, ¿me estás escuchando?

-Sí, sí... déjame, estoy jugando con Mangel.

-La cocina está muy sucia, hace una semana que no haces nada en casa.

-Valeee, ahora iré pesada...

-Ni vale ni hostias, ahora.

Me levanto de la silla y me dirijo hacia la puerta. Cuando ya casi estoy apunto de salir de la habitación Jen me toma el brazo y dice:

-Te quiero.

Intento quitar mi brazo, hasta que ella abre su mano y salgo.

*Fin del flashback*

-Buenos días... Rubén.- Dice con una voz un tanto pícara.

-Emm... hola, lo siento... me tengo que ir.- Me muevo un poco nervioso.

-¿Adónde vas, si se puede saber?.- Me dirige una sonrisa malvada.

-Iba a casa de mi madre. Adiós.

Intento alejarme de ella lo más rápido posible. Entro rápidamente al ascensor y pulso los botones mientras ella me sigue observando. Por fin se cierran las puertas del ascensor.

No puedo parar de moverme, entonces la vecina de arriba entra al ascensor.

-Buenos días, señora.- Le dedico una sonrisa falsa.

-Buenos días, jovenzuelo.- Ella sonríe y me da la espalda.

Narra ______:

[10:0 a.m.]

Salgo de casa y me dirijo a la de Rubén, pero al salir me encuentro a una chica pelirroja, ojos marrones, media altura... y se acerca a mí.

-Hola.- Sonríe.- ¿Conoces a Rubén?.- Cambia el peso de una pierna a la otra.

-Emm... sí, es mi novio. ¿Pasa algo?.- Mi cara cambia en unos segundos.

-No, no, que va. Es solo que soy una vieja amiga suya y hoy habíamos quedado para pasar el día.- Mi cara cambia y suspiro.

-Pues yo ahora mismo iba a su casa, pero si quieres pasa a mi casa y lo llamo.- Entro a casa y ella me sigue.

Ya dentro de casa le ofrezco para sentarse. Ella asiente y me dice su nombre. María. Yo le digo el mío. Le ofrezco una bebida pero ella niega.

-¿Puedo ir al baño?.- Se levanta.

-Claro, eso no se pide.- Le sonrío.- Está al lado de la cocina. La puerta derecha.- Le señalo con el dedo.

-Gracias.- Se va.

Mientras tanto cojo el móvil y llamo a Rubén. Me dice que está en casa de Mangel, pero que ahora mismo va.

Al minuto aparece María con una mano en la espalda. No le doy importancia y me sonríe. Yo también se la devuelvo, entonces se acerca a mí y aparece un cuchillo de detrás de su espalda, en su mano derecha. Se acerca más a mí. Intento alejarme de ella, pero es imposible porque tropiezo con la mesa de café. Caigo al suelo. Ella se acerca más a mí. Me levanto y ella apunta el cuchillo a mi barriga.

Ríe y lo clava.

Caigo al suelo. Empiezo a sangrar. Mucho. Intento acercarme a la cocina, pero es imposible. No tengo fuerzas para moverme. Ella sale corriendo soltando el cuchillo ensangrentado por el suelo. Cierra con un portazo.

Al poco tiempo aparece Rubén. Cuando me ve en el suelo corre hacia mí.

-¿______?¿______?

No puedo responder. He perdido demasiada sangre.

Coge el móvil rápido y supongo que llama a una ambulancia. De repente todo se vuelve negro.

La chica de al lado - El Rubius y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora