Capítulo 37

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Me llevaron al hospital junto a Lorenzo. Puedo asegurar que no deje de llorar en todo el camino. No por el dolor del balazo, sino por el dolor emocional de pensar que perdería a Lorenzo. Él era mi única familia de sangre ahora.

Las puertas se abrieron y sacaron la camilla de Lorenzo, para después ayudarme a bajar.

—Son los heridos del tiroteo en el instituto—dijo el técnico de la ambulancia.

—Él presenta una herida de bala en el tórax sin orificio de salida—habló el médico—. Ella trae una herida de bala leve en el brazo.

—Al box—dijo un médico.

Perdí de vista la camilla mientras me curaban la herida. Yo seguía con mucho miedo. Me vendaron el brazo y me dijeron que debía estar en observación.

—¿Es familia tuya?—preguntó una enfermera.

—Es mi tío y compañero de trabajo—contesté.

—¿Tú trabajas?—la enfermera me miró extrañada.

—Soy policía—respondí cabizbaja—. Me sorprendieron en el instituto y luego lo atacaron, bueno NOS atacaron—suspiré cansada—. Tengo miedo de perderle. Es lo único que me queda.

N/A:

Sigo subiendo capítulo y hay probabilidades de que mañana suba otro con un nuevo personaje (el último que debe aparecer).

Otra cosa, la novela está por acabarse. Lamento decirlo pero en unas semanas, probablemente, diversos hechos marquen el final de esta historia. Tal vez suba un adelanto de ellos en el capítulo de mañana, aún me lo tengo que pensar. Todo depende de los votos y comentarios que reciba esta parte.

Me despido,

KMF

PD: Gracias por las 1K leídas.

17 Y PolicíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora