Capítulo 22

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Desperté. La pequeña ventana mostraba que era de noche. Me giré en busca de Dany y, al no encontrarla, la llamé.

—¡Dany! ¿Dónde estás?—grité dando vueltas.

Escuché los ladridos de mi perra.

—¡Cállate!—gritó una voz a mis espaldas, lo que me hizo saltar.

—¿Quién eres?—dije y mi voz temblaba igual que mis manos.

—Eso no te importa.

—¿Dónde estoy? ¿Qué quieres de mí?—levemente volví a preguntar.

—No es de tu incumbencia—dijo mientras me levantaba del sucio colchón en el que me encontraba.

—¿Dónde está mi perra?—supliqué por ella—. No le hagáis daño.

—Aquí la que va a pagar serás tú—dijo desprendiéndose de la capucha.

—¡Sauli Koskinen!—dije y el terror se apoderó de mí más de lo que ya lo había hecho.

—Así es—dijo acercándose—. Más vale que te vayas acostumbrando a esto. Será lo que verás en un tiempo.

Se fue dando un portazo. Aparté mi chaqueta para ver el arnés. Me lo había quitado todo. Pensé algo para salir y recordé el pulsador que enviaba mi ubicación exacta. Levanté la chapa de mi brazalete y pulsé el botón.

La puerta se abrió de golpe, haciendo que me asustara.

—Aquí tienes a tu perra—Dany entró asustada.

—Ya pasó, tranquila—dije mientras la acariciaba—. Saldremos de aquí. Ya lo verás.

17 Y PolicíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora