Capítulo 6

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-¿Tienes las ideas de trabajo? - Dije mientras tecleaba en mi laptop.

-Eh... la verdad es que aún no he buscado, no sé por donde empezar.

-¿Qué? Eres una irresponsable, Beth ...¡Lo tengo! ¡Aquí está!

Dí un doble click al link indicado y en la pantalla apareció una interminable red de anuncios de trabajo.

-Valeria me mandó esto hace un rato. Dice que nos servirá.

Le mostré la página a Beth y ella observó minuciosamente.

-¿Crees que sirva como vendedora en un centro comercial?- Dije pensativa.

-No lo creo, eres muy directa algunas veces. Si a una tía le queda horrible la ropa, se lo dirás sin reparos.

Me reí y concordé con ella.

-Pero tú si podrías serlo.- Me pasé un mechón por detrás de la oreja y levanté mi rodilla sobre la silla.

Estabamos sentadas en el patio de comidas del mall, buscabamos anuncios de trabajo para seleccionarlos. Ya estamos a finales de febrero y necesitamos tranajo.

-Mira, yo te digo las opciones y te paso los números, tú los apuntas.

-Lo que digas.

Bajé la barra y seguí leyendo.

-Mar, no me has dicho lo que sucedió en el concierto, y fue antes de ayer.

-Sabía que vedrían esas preguntas. Pensé que como ya había pasado, ya no importaba... ¡Niñera! ¿Qué te parece de niñera?

-Ninguna de las dos sirve para niñera.

-Tienes razón. Los niños son adorables hasta cierto punto, luego se hacen molestos. Solo falta que luego nos denuncien por violencia infantil.

Ella rió y se pensó bien lo que diría a continuación:

-O que nos acusen de violarlos. - La miré seria un segundo para luego estallar en carcajadas.

-¡Eso es estúpido! ¡Es tan estúpido que me río ¿ves? - Unas señoras que pasaron se quedaron mirandonos.

-Ahora no te pases de lista. Ya responde ¿qué sucedió en el concierto?

-Arghh, solo fui y me senté al lado de la hermana de Liam, que por cierto fue muy amable y ...

-Al grano.

-Arghhh.

Y le conté con detalle lo que había sucedido. Todo, hasta que me fui del backstage.

-Y...¿sentiste algo? - Abrí mis ojos sorprendida y los entrecerré para mirarla fijamente.

-No entiendo a que viene tu pregunta, ¿me quieres matar de la presión?

-Ay, que quejona.

Mi risa se fue apagando hasta quedarse en una sonrisa sutíl.

-Harry solía decirme que era "una quejona".

Se apoyó sobre el respaldar de su asiento y se cruzó de brazos.

-Baia, baia, la señorita está recordando el pasado con una sonrisa.

Simulé darle un manotaso en el brazo y reimos.

-Eres insaciable.

-Así dicen los chicos. - respondió. Era gracioso, porque ella es virgen. Y sé que lo dice en doble sentido.- ¿Por qué no aceptaste quedar con él?

-Pues...- Había tratado de evitar hacerme esa pregunta a mi misma, temía saber la respuesta. Simplemente mi mente dijo que no y eso fue lo que dije.- Supongo que no estoy interesada.

-Yo creo que deberían ser amigos.

- Puedo volver a enamorarme, si esque no lo sigo, porque ahora dudo.

-Pueden volver a enamorarse.

-Beth, fue una suerte que él se haya enamorado de mi, ahora es dificil, él a conocido más mundo, toda latinoamerica, ahí hay mujeres hermosas; yo no puedo ser comparada. Y además, sabes las razones por las cuales esto no funcionó.

-Amiga, todo a cambiado, ahora él toma sus propias decisiones.

Solté un bufido frustrada.

-Solo evitemos el tema ¿si? Debemos conseguir un trabajo. Tú solo divagas de cualquier asunto. Deberías preguntarme qué tan lindo son los chicos o pedirme que te muestre las fotos.

-¿Qué tan lindo es Harry?

-¡Molestosa! ¡Teganarás un golpe en los pechos si sigues con eso!

Rió y siguió con lo suyo.

-Pero, Harry es lindo ¿no? - dijo susurrando. Me quedé callada y analicé su pregunta. Harry... no sabía como expresar lo que sentía por él.

-Sí.- dije en voz baja.

-No te escucho ¿es lindo?

-Que sí.- Dije finalmente y ella sonrió victoriosa. Es cierto que sus facciones se hicieron más fuertes y que sus musculos se incrementaron y su cabello largo le da ese toque.

Eso de las siete de la noche, ya teniamos una lista con las alternativas de trabajo, ojalá y alguien nos tome en cuenta. Pero ya llamariamos al día siguiente, por ahora nos iremos a casa.

-¿Vamos a comer?- dijo tomando sus cosas. Torcí el gesto.

-No lo sé, no traigo mucho dinero.- dije cargando mi laptop en mi mochila.

-Solo un sandwich ¿qué dices?

-Para eso si me alcanza.

Nos dispusimos a caminar; pero un chico nos detuvo y se puso en frente de nosotras.

-Hola, Josh.- dije animadamente. Él me devolvió el saludo y miró a Beth.

-Hola, Bethsabell.- Asintió respondiendole y miró hacia otro lado.

-¿Qué hacen?

-Nada, solo pasabamos el rato.

-¿Ya se iban?

-Íbamos a...

-Nos íbamos a mi casa. - Dice Beth interrumpiendome. Aguanté una sonrisa sin protestar.

-Es una pena, me hubiera gustado ir a cenar con ustedes.

-Ya para otra será.- dijo Beth cortante.

Joshe se despidió y le lanzó una última mirada a Beth.

Cuando nos habíamos alejado lo suficiente, solté la sonrisa que aguantaba y negué. Rodó los ojos y pasé mi brazo por encima de sus hombros.

-Eres despiadada, el pobre de Josh solo intenta quedar bien contigo y tú lo bajas de su nube.

-No sé que más hacer para dejarle claro 'indirectamente' de que no me gusta y no queiro nada con él.

Al final de noche. Estaba en mi cama mirando hacia el techo. Pensé en Harry por enésima vez desde que lo había vuelto a ver. Fruncí el ceño y negué para mi misma. Mi vista se dirigió a la puerta de mi ropero, ahí, en lo más oscuro del ropero estaba su camiseta ploma. Nunca tuve el valor de botarla y estoy bien con eso.

Cerré los ojos y me dormí.


Half a Heart - [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora