Half a Heart - [H.S]

Capítulo 14

Lunes. Finalmente lunes. No odio los lunes. Así que tranquila y vivita y preparandome para la jornada que se viene.

Hoy empezaba mi capacitación para el trabajo, justo a las ocho de la mañana, y eran las siete así que me levanté de golpe.

Me puse unos jeans negros ajustados, unos zapatos cerrados con pasador y una cafarena ginda con botones en el pecho. Con los accesorios lo hice lucir menos informal.

-Mamá, es tarde. -Le avisé cuando ví que estaba sirviendome tostadas y queso en un plato. - Ponme solo el café en mi termo,por favor.

-Yo te advertí ayer, niña. Te dije que te durmieras temprano, que apagues esa laptop; pero viendo películas nada más. Ahora pues las consecuencias.

-Mamá, a cualquiera le pasa.- discutí mientras me peinaba en el espejo.- Además fue mi alarma...

-Ya, lo que digas.- suelto una carcajada y me acerco a ella, le beso la cabeza y me tiende el termo.

-Te vas a hacer vieja, mamá. No te enojes, ya te digo.

-Ya anda.

Me río. Doy un sorbo de café humeante y salgo a la calle. Aún

-¡Harry! - grito en sorpresa cuando lo veo bajando de su camioneta al frente de mi casa.

-¡Hola!- dice cerrando su camioneta. Miro mi reloj para percatarme, estoy tarde. -Vine... pues a verte.

Me acerco a él un tanto nerviosa y le doy un beso en la mejilla.

-Vienes en un mal momento. Estoy saliendo y estoy muy tarde.

-Vamos te llevo.

La verdad es que la oferta no estaba mal, me iba a demorar más yendo en autobus y un taxi no me convence. Lo miro evaluando la situación.

-No lo pienses tanto, estás tarde, ven. - Hala de mi mano y me guia hacia la puerta de su auto.

Desbloquéa otra vez el carro y abre la puerta del copiloto para mi. Me invita entrar, entonces lo miro con una media sonrisa y entro.

Adentro el dulce aroma se cola por mi nariz, su aroma, las cosas siguen tan limpias como siempre le gusta tener todo. Hacía tanto que no estaba en esta situación, en este lugar. Él parece darce cuenta porque también se queda mirando a la nada un par de segundos.

-¿Todo bien?

Asiento tratando de despejarme.

-Ya, apura, por favor. A Missy, esa tienda del centro.

-Claro.

Avanzó por las calles moviendo con una agilidad impresionante el timón y mirando a la transitada calle. Reviso mi celular y miro la hora, miro por la ventana. Me doy cuenta que estoy nerviosa, no sé como actuar, pienso todo lo que hago.

Lo miro de reojo cuando esta mirando al frente o distraido, luce pensativo, etéreo, y con mucha confianza. Apoya el codo en la ventana baja y lleva su mano a sus labios jugando distraido con estos, tan definidos y ligeramende rojos. Mira constantemente el espejo retrovisor y se lleva la mano al cabello echandolo hacia a un lado, debido a las constantes ráfagas de viento que entran al auto. Sus rizos han crecido, están ligeramente lacios, es adorable. No puedo creer que haya pensado que es adorable. Sonrío y vuelvo mi vista a mis pies.

-¿Qué te hace tanta gracia?

-Oh, nada olvidalo.- digo-¿Te acuerdas de mi papá? - pregunto apresuradamente. Tengo la confianza de contarle sobre él, y lo que sucedió hace apenas dos días, y él siempre había escuchado. Claro, almenos hasta que no lo interrumpieran.