Capítulo 13

114 6 2
                                    

El atardecer era precioso, como todos. No era planeado y era increible. Por eso creo yo que lo espontaneo es lo mejor. Todo violeta y naranja encendido, y hacia atras aún celeste porque aun es de día.

Cuando una mujer se sienta a mi lado, atino a sonreirle.

-¿Haz leído El Principito?- pregunta. La observo un segundo para serciorarme si es a mi a quien habla. Su cabello es negro, negro azabache y sus ojos son verdes con avellana.

-Uhm... sí.- respondo con una gentil sonrisa.

-El principito mira atardeceres cuando está triste. Tú debes estarlo seguro.

-No, claro que no.

-Pero es una preciosa tarde ¿no?

-Aja, eso mismo estaba pensando.

Nos quedamos en silencio un rato. Cuando me doy cuenta, el sol se a ocultado más. Inquieta volteo a la mujer.

-¿Tiene hora, disculpe?

-Olvidaba que es sábado, seguro tienes una fiesta por ahí.- Achina los ojos para ver claro su reloj de cuero. -Las seis y treinta.

-Bien, llevo retrazada un poco. - digo poniendome de pie. - Hasta luego, señora. Fue un gusto... a por cierto me llamo Mariza.

-Yo soy Roxana.

Sonrío y me alejo agitando la mano.

Medio corro y medio camino. No sé exactamente si quiero llegar ya a casa o no llegar nunca. Me debato entre el orgullo y los sentimientos. Se que cuando llegue él estará ahí y me sonreirá como si nunca me haya hecho sufrir, como si todo se solucionara por el hecho de tener un parentesco. Y a la vez los sentimientos desbordan, tanto tiempo sin verlo, yo lo sigo queriendo. Es tan complicado. Lo quiero con odio.

Abro la puerta temblando. ¿Hace cuánto no tenía esta sensación? ¿cinco o tal vez seis meses?

-(_), muñequita.

-Papá...-jadeo, medio solloso y me lanzo a sus brazos.

Me abraza y su olor hace efecto en mi de inmediato. Huele a café y cigarro, como todas las veces.

Veo de reojo a mi madre en la puerta de la cocina observando la escena con un rostro neutro. Puedo decir que no está feliz.

-Habías prometido que me visitarías más seguido. Han pasado seis meses.

-Perdoname, cielo.

El hombre que tenía delante de mi no era más ese hombre lleno de vida y brillo en la mirada. Cuanto más lo veía más lo desconocía.

-Sentémonos. Tu madre dijo que habías salido . ¿no te dijo que venía?

-Sí lo hizo- solo salí a prepararme mentalmente - Solo salí un rato.

-¿Y cómo estás?

-Bien. - No tengo idea por qué me viene a la mente Harry.-Estoy buscando trabajo.

-Eso me dijo tu mamá. Tú sabes que si pudiera apoyarte lo haría. Pero estoy tú sabes, ajustadisimo.

-Claro, si prefiere una mujersita que recien conoce, que a su propia hija. - Interrumpe mi mamá. Bajo la cabeza apenada.

-Hija, - continúa mi papá pasando por alto lo que dijo mi mamá. -Te tengo noticias, por eso vine. Pienso que pueden hacerte feliz. - Nada me haría más feliz si me dijera que va a volver a casa y será el mismo.

-Ya quiero escucharlo, dilo, papá.

-Marta y yo vamos a tener un bebé.

Miré a mi mamá. Ella parecía normal y tranquila, como si lo que dijera mi papá se lo esperara o ya lo sabía. Comienzo a respirar fuerte. Miro a mi papá, no hay rastro de broma o mentiras.

-¿De... de veras?

-Sí, hija. Vamos a tener un bebé, Marta tiene dos meses de embarazo. Nos enteramos hace apenas una semana.

Sonríe y está entuciasmado. No lo había visto feliz en mucho tiempo. ¿por que tiene que ser feliz por ese bebé y no por mi?

-Ah...- digo. Trato de disipar las lágrimas que sé que están por llegar. -Eso es bueno..., papá. Yo te...te felicito.

Lo abrazo pero solo para ocultar mi rostro. Desvio la mirada para ver a mi madre. Está cruzada de brazos y me mira reconfortante, frunce los labios . Ella sabe lo que me debe estár doliendo, mi madre, la amo tanto.

-¿Te gusta la idea?

-Bueno... - digo separandome de él- sí, es genial. Un hermanito.- mi voz sufre una irregularidad, pero él no lo nota. - Un hermanito.

-Gracias, Mariza, de verdad. Te quiero.

-Si nisiquiera vienes a verme.- tengo la mirada perdida. No sé por qué dice que me quiere si practicamente se olvida que tiene una hija apenas sale por esa puerta.

-Sabes que ando ocupado.

-Ajá.- suspiro.

Se quedó una media hora más. Me contó de como le había ido en seis meses que no lo veía. Mi madre se habí excusado hacia un rato y se había retirado a su habitación. Y ahora trataba de finjir que estaba normal, que seguía feliz. Solo pensaba en sus mentiras y falsedades.

Se fue como a las siete y treinta. Me abrazó, me dijo que estaba creciendo y que me agradecía por comprender. Me prometió que volvería pronto o que lo visitara después porque aún no se estabilizaba bien en su departamento.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

-Mamá...- susurré abriendo la puerta de su habitación. La encontré leyendo una revista con sus lentes bajo la luz amarilla de su lámpara.

-¿Ya se fue ese hombre?

-Sí. -Me adentré a su curto. Me acerco a su cama y la destiendo para cubrirme con el edredon, como una niña pequeña.

-¿Te encuentras bien, hija?

-¿Sabías que iba a volver a tener un hijo?

-Me lo contó apenas antes de que llegaras.

Solté un solloso y me cubrí el rostro con la sábana. Sentí la cálida mano de mi mamá acariciando mis pies por encima del cubrecama.

-Antes a las justas venía a verme. Ahora será peor. No entiendo por qué me dice que me quiere si no hace el esfuerzo de apoyarme o venir a verme.

-Es un... bueno... no me quiero referir así a tu padre delante de tí. Sabes lo que pienso de él. Pero considero que lo dejes ser, que viva su momento. Tú me tienes a mi.

-Desearía que nunca se hayan divorciado.

Suspira. En el fondo se que lo mejor que pudieron haber echo fue divorciarse, las cosas ya no daban para más entre ellos y eso me entristecía más.

-Perdón- digo.

-Ya no te preocupes. Todo.se solucionará. Entiende que me tienes a mi y eso es suficiente. Tampoco quiero que te alejes de tu padre. Sería bueno que conozcas a tu..., tú sabes, hermanito.

Asentí con lentitud.

Esa noche no cenamos. Fui a mi cuarto, a cambiarme y luego me dirigí nuevamente al cuarto de mi mamá. Dormí junto a ella como los primeros días en los que mi papá se había marchado de casa hacía cinco años. A su lado, aferrandome a la única persona que sabía nunca me fallaría: mi mami.

_______________________________________________________________________________________________________

No me sorprende que ya nadie lea esta historia, no la sigo desde hace meses. Perdon en serio.

Habia estado preocupada en los imaginas de Harry, pero ahora que los terminé, pensaba continuar esta historia.

Espero la sigan leyendo, gracias chicas si la siguen. Esta historia trataré si de escribirla, sé lo que se siente que nunca terminen la novela que leías xD, frustrante.

Gracias si siguen aqui incluso las que me siguen desde los imaginas.

Perdon otra vez por no haber publicado capitulos todo este tiempo, sorry.

Half a Heart - [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora