Capítulo 10

178 10 2
                                    

El lunes fue la entrevista de la tienda de discos. Me vestí lo más corde a la imagen que trataba de dar el establecimiento y fui.

La empleadora me hizo preguntas referentes a cantantes y música de todos los tiempos. Álbunes de solistas y grupos, etc.

Me pareció todo muy facil, la verdad. Hacía meses, Harry solía pasar horas contandome todo sobre los grupos de antaño, ya que son sus favoritos.

-Genial, hasta ahora eres la que mejor me ha respondido.- Me había dicho la señorita.

Por la tarde hablé con Beth sobre cómo me había ido. Ella dijo que su entrevista era el martes.

-¿Qué usarás en tu cita, el miercoles? - dijo maliciosa a través de la línea. Rodé los ojos y bufé.

-La cita de tres; no sé, lo mismo con lo que iré al centro comercial en la mañana. Iré defrente.

Hablamos durante una hora más o menos; no quería admitirlo, pero estaba nerviosa también.

El martes en la noche Beth me llamó. Su voz era desanimada.

-Lo hice pésimo.- dijo- Me hicieron preguntas de aplicaciones que no entiendo.

-Aún te quedan opciones. Además, ser asistente no era para ti.- dije tratando de subirle el ánimo.- Hay posibilidades de que trabajemos juntas en la entrevista de mañana.

La condición económica de Beth no es elevada; pero definitivamente ella solo adquirirá un trabajo. En cambio yo, necesitaré dos: uno por la mañana y otro por la tarde.

En la tienda de ropa -Missy- hay cinco puestos para cajeras. Las dos iremos juntas mañana. Nos clasificarán y estaremos en capacitación durante una semana. Y las mejores se quedan.

Valeria nos ayudó a conseguir eso. Conocía gente y nos recomendó. Missy es un lugar sofisticado y moderno, digamos que la mayoría paga con tarjeta, así que trataré de dar mi mejor impresión.

La mañana del miercoles era fría, sin lluvia ni nieve; pero fría.

Desayuné café y tostadad con huevos. Fui a asearme, cuando terminé eran las 9 am. Beth estaba en mi cama con su celular en mano y al lado de ella había un abrigo negro.

-Vé a cambiarte, que debemos estár ahí en una hora. Te rraje este abrigo, lucerá genial con lo que usarás.

-¿De veras?... Gracias.

Beth llevaba pantalones blancos ajustados y botas negras, su abrigo era negro, diferente diseño al que me prestaría.

Me coloqué pantalones oscuros y una blusa verde oscuro de manga cero, ancha. Calcé botas marron claro y observé mi reflejo en el espejo. No sé por qué; pero quiero maquillarme un poco, tal vez es por la entrevista, o por el encuentro con Harry y Louis...

-¿Cómo crees que deba llevar el cabello?

-Suelto y con dos ondas adelante será suficiente...- me miró enarcando una ceja- no queremos que Harry piense que te arreglaste para él.

Hice lo qie me sugirió y en minutos estaba lista. Puse máscara en mis pestañas y metí glitter en mi pequeña cartera, con llaves y algo de dinero. Ojalá y no tenga que pagar mucho.

Fuimos escaleras abajo, mi mamá estaba viendo televisión.

-Me voy, mami. Deseame suerte.

-Suerte a ustedes dos. Estan lindas. Mariza, hoy no vendrás a coner ¿no?

-No, mamá, quedé con Harry,... y Louis.- Agregué rapidamente al ver la sonrisa complice que se mandaron Beth y mi madre.

Al salir, una fuerte brisa removió mi cabello, me relajó por así decirlo. El viento traía el aire matutino de las mañanas, era reconfortante.

Bien, hoy volveré a ver a Louis y a Harry. A Louis luego de más de un año, bueno sin contar el concierto pasado, que fue sorpresivo y raro.

En Missy el aire acondicionado heló mis fosas nasales y un fuerte olor a perfume caro me embriagó. No recuerdo la última vez que me sentí tan fyera de lugar. Los azulejos del suelo brillaban tanto que podía ver mi reflejo y la ropa estaba perfectamente clasificada u doblada.

Nos guiaron a una especie de almacén y nos hicieron interminables preguntas sobre datos personales. Nos hicieron llenar una ruta mientras un supervisor nos observaba a mi y a las otras quince chicas ahí presente.

La capacitación empezaría la siguiente semana, el lunes a las 8:30 am.

Salí con Beth cuando faltaban diez minutos para las doce. Nos fuimos al baño y ahí lavé mi rostro para refrescarme y aliviarme. Me puse el glitter que llevé y me miré en el espejo mientras mi mente divagaba.

Lo importante es que los veré, debo estár feliz por eso, esas buenas personas comerán conmigo, ¿Cómo irá Harry? Él usa gorritos de lana cuando hace frío... ojala use, se le ve adorable.

Acompañé a mi amiga a la estación de autobuses que estaba más cerca. Mi intranquilidad pareció obvia porque ella puso su mano en mi hombro.

-Tranquila, Mar.

Dijo a la vez que su autobus se detuvo delante de nosotras. Me dió un abrazo de despedida y subió. Antes de que la puerta se cierre, ella se giró y dijo:

-No tengas miedo.

Guiño un ojo y partió.

Half a Heart - [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora