¿Destino? (MyungYeol)

Capítulo 21.

Guardamos este amor en una fotografía,
construimos estos recuerdos para nosotros mismos,
en donde nuestros ojos nunca se cierran,
los corazones nunca se rompen,
y los momentos quedan quietos, congelados para siempre.

Así que puedes guardarme en el bolsillo
de tus vaqueros rasgados,
abrazarme hasta que nuestras miradas se encuentren,
nunca estarás sola,
espérame a que vuelva a casa.

(Ed Sheeran ㅡ Photograph. )

Pov. MyungSoo.

Siempre he creído que las cosas pasan por algo, por eso nunca he sido de las personas que se estresan rápido, tan solo dejo pasar los malos ratos; sin darles relevancia.

Solo hubo una vez que me he puesto mal, fue la vez que perdí a mi hermano y, con ello, a mis padres. Créanme, no siempre he sido así de 'amargado' no, tuve mis momentos felices. Todos los tenemos ¿no? pero la vida es tan jodona, que la mayoría de veces busca la manera de quitarte la sonrisa. O quizá es como uno quiera verlo. En mi caso, estuve depresivo durante dos años. Digo, perder a la persona que más quieres es de lo peor y no se lo deseo a nadie. Entonces, después de perder a MinSoo, mis padres empezaron a ya no ser mis padres y tan solo pasaron a ser: el señor y la señora Kim. Ya no hablábamos, ya no sonreímos, ya no nos notábamos, y supongo que eso fue como una conducta de autodefensa; si no tienes a quien amar, la vida no te puede quitar a nadie. Así fue como desde los doce años empecé a ser solo 'alguien' más. El joven Kim. Pero bueno, como dije, siempre trato de no darle relevancia a las malas cosas, y así fue como a los quince años conocí a Daniel.

La persona que me sacó de mi depresión.

Estuvimos saliendo por casi un año, por eso, cuando él se fue, volví a recaer en la depresión por varios meses, y nació L; el chico insensible y juguetón. Porque sí, jugaba con las personas.

Si la vida me iba a torturar, entonces ¿podía yo torturar a la gente? Mi aspecto me ayudaba mucho. Lo sé, soy un hijo de puta.

Cuando conocí a SungJong siendo 'maltratado' por SungYeol, me recordó a mi hermano, por eso sentía empatía por mi compañero de música. Por eso me caía mal SungYeol.

Me caía mal, sin saber que él también era víctima de la cruel vida. Y lo maltraté. Y la vida se encargó de hacerme volver loco cuando SungYeol empezó a ocupar gran parte de mis pensamientos.

En un principio ocupaba mis pensamientos porque solo buscaba la manera de molestarlo. Pero después ocupó mis pensamientos con sus sonrisas, con su voz, con su esfuerzo por dar lo mejor de él, incluso su mamá estaba en mis pensamientos.

Poco a poco empecé a tratar de recuperar a mis padres. Quería vivir una vida normal, quería dar lo mejor de mí a pesar de que la vida fuera cruel. Quería ser como SungYeol.

Lo confieso, a veces él me da un poco de celos. Pero también me sentía subyugado por su felicidad.

Aun así decidí prepararle una canción para su cumpleaños, pero en dos días no iba a terminarlo yo solo, por ello pensé en pedirle ayuda a WooHyun, aunque no lo hice. Así que al final, mi sábado se fue en eso; en sacar los acordes de una canción y su letra.

Ese mismo día, cuando llego a casa, me encuentro con mamá en la sala. Es raro verla ahí, así que me acerco y la saludo con una simple venia.

ㅡ Buenas noches, madre.

Ella se gira a mí y me sonríeㅡ. Hijo, que bueno verte. Llegas temprano hoy.