"Una bestia. No soy exactamente un lobo, ni un oso, ni un gorila, ni un perro, sino una criatura nueva y horrible que camina erguida. Una criatura con colmillos y garras y con pelo en todos los poros de mi cuerpo. Soy un monstruo. ¿Crees que esto es un cuento de hadas? Para nada. Sucede en Nueva York y sucede ahora. Y me quedaré así a menos que pueda deshacer el hechizo. Sí, el hechizo que me lanzó la bruja con la que iba a clase de inglés. ¿Por qué me convirtió en una bestia que se oculta durante el día y sale a merodear por las noches? Te lo contaré. Te contaré cómo solía ser Kyle Kingsbury, el chico que te gustaría ser, y después te contaré cómo me convertí en... la Bestia."
Tiff terminó de leer aquél fragmento del libro Beastly, escrito por Alex Flinn, y no podía parar de pensar en lo interesante que se veía. Se lo habían recomendado varias veces, y había estado apunto de leerlo, pero todavía no lo había ido a comprar, y no lo había bajado en PDF por falta de tiempo.
Se levantó de repente y se dispuso a ir a la tienda de libros más cercana para adquirir Beastly y por fin leerlo. Se sentía decidida, animada y entusiasmada por ir a comprar libros. Al fin lo haría después de algún tiempo sin comprar nada, y aquello le emocionaba.
Bajó las escaleras lo más rápido posible, pero antes de que pudiera abrir la puerta de la casa para ir a la tienda, el timbre sonó, sorprendiendo a Tiff. ¿Quién podrá ser, si es sábado y nadie avisó que vendría?, se preguntó la chica de cabello oscuro. De repente pensó que podría ser Harry, y la idea le hizo muy feliz.
Abrió la puerta principal y no se encontró con Harry como había pensado, sino con Greg, su mejor amigo.
—Hola, Tiff —sonrió Greg—. Perdón por haber venido de sorpresa y por no haberte avisado, espero no interrumpirte.
—Claro que no —sonrió de vuelta la pelinegra—. Pasa.
El joven llamado Greg entró a la vivienda con una sonrisa. Tiff cerró la puerta tras ella y ambos tomaron asiento en el sofá principal. La pelinegra le ofreció algo de tomar a Greg, pero éste se negó.
—Tiff, ¿has leído algo nuevo? —preguntó Greg, con una mirada de curiosidad.
—No realmente —suspiró—. No he leído ningún libro desde hace una semana, el último que leí fue por una reseña para clase.
—Veo que no has tenido tiempo.
—Sí —Tiff hizo una mueca—. Pero tengo un libro en mente para leer.
— ¿Cómo se llama?
—Beastly —respondió Tiff con una sonrisa.
—Creo que sé cuál es —Greg asintió con la cabeza repetidas veces—. Hay una película del libro, ¿no es así?
—Sí, la hay —asintió.
—Sabes que no leo, prácticamente, nunca —rió el rubio—. Así que, ¿de qué trata?
Tiff le relató la trama del libro. No sabía con exactitud cómo se desenvolvían los personajes en el ambiente, pero tenía una idea de qué trataba. Greg escuchó todo el relato.
—Suena interesante —dijo Greg—. Veré la película.
Tiff rodeó los ojos. Greg siempre escogería las películas sobre los libros ante todo, y aunque a ella no le pareciera eso, no le decía nada al respecto, ya que, por parte, ella se lo tomaba a broma.
—Tiff —murmuró Greg—. Sé que este es un cambio de tema muy inesperado, pero, ¿ha habido algún chico en tu vida últimamente?
Tiff abrió los ojos como platos. Greg estaba siendo muy directo y eso le sorprendía a ella. Fue un cambio tan radical de tema que le asustó. Pero, ¿por qué aquél tema le ponía tan nerviosa a ella? Tal vez porque nunca había tenido un novio, solo le había gustado uno que otro chico, pero jamás había ocurrido nada. O, probablemente, se ponía nerviosa por el hecho de que Harry tal vez le gustara. ¿Cómo podía enamorarse tan rápido? Harry era un chico encantador, pero Tiff tenía miedo de que terminaran su amistad. Ella realmente ni siquiera sabía si le gustaba o no. Todo era tan complicado de entender.
—No, ninguno —respondió la pelinegra, intentando sonar segura—. ¿Y tú tienes actualmente una novia?
—No, no he tenido novia desde que terminé con Lina —se encogió de hombros.
Lina era una chica muy dulce. La relación de Greg y ella era muy linda, pero después de un año siendo novios, simplemente terminaron, pero nadie sabía la razón, ni siquiera Tiff, ya que Greg no le había querido contar a nadie, al igual que Lina. Realmente, a Tiff le agradaba mucho Lina y viceversa, pero luego de que salieron del instituto, habían dejado de hablar como antes. A la pelinegra se le hacía raro el hecho de que Greg no hablara del tema, sin embargo ella respetaba eso, ya que no quería incomodar a su amigo.
Pasaron unas horas hablando de otras cosas triviales mientras Tiff intentaba olvidarse del tema de los novios, y se pusieron al día sobre todo lo que pasaba en sus vidas diariamente, pero después de un tiempo, Greg se retiró de la casa de la joven.
Tiff se encontraba en su habitación en aquellos momentos. Había comido minutos atrás, por lo que se encontraba acostada en su cama retomando su lectura, ya que desde hacía una semana no leía nada.
El libro A Court of Thorns and Roses le había llamado la atención tiempo atrás, por lo que lo descargó en PDF para leerlo. Le habían dicho que Sarah J. Maas era una gran autora, y le habían recomendando todos los libros de ella, pero en especial Throne of Glass, que leería próximamente.
Se encontraba sumergida en el mundo de Sarah, pero el timbre sonó, haciéndola saltar del susto.
Rápidamente se levantó y se dirigió escaleras abajo, para acto seguido, abrir la puerta y descubrir que nadie se encontraba tras ella. Bajó la mirada y se encontró un paquete con una envoltura azul cielo, y en seguida supo que se trataba del chico anónimo.
Tomó el paquete mientras cerraba la puerta y se sentó en el sofá de la salita principal. Rompió la envoltura para encontrarse con el libro Eleanor & Park, escrito por Rainbow Rowell. Tiff adoraba aquél libro, era contemporáneo y la historia la cautivaba enormemente, al igual que Fangirl. En conclusión, Tiff admiraba muchísimo a Rainbow.
Divisó una hoja doblada en cuatro partes en la última página del libro, y se decidió por leer su contenido.
"Tiff Venturi:
¿Qué tal todo, pequeña Tiff? Hoy decidí obsequiarte Eleanor & Park, ya que es uno de los libros contemporáneos que más me ha gustado hasta el momento, tanto por la trama como por los personajes, y estoy casi seguro de que amas este libro al igual que yo.
Eleanor es una chica que, realmente, tiene una vida catastrófica y muy triste, aunque ella no merece nada de eso.
Park, aunque parezca un chico asiático común y corriente, tiene igual profundos pensamientos en el interior, que van saliendo a la luz gracias a la chica pelirroja pecosa.
Este es un libro muy sencillo y bonito, me ha encantado y es por eso que espero que lo leas (o lo releas, en el caso de que ya lo hayas leído, que yo creo que sí).
Realmente lo importante de este libro no es qué pasa, sino cómo se desenvuelven las cosas, y eso es algo que me ha fascinado de todo esto.
Espero que te guste leerlo tanto como a mí me ha gustado obsequiártelo.
Ten un magnífico día, Tiff.
Atte: Anónimo."
Tiff estaba muy feliz después de leer esta carta. El chico anónimo sabía muy bien todos sus gustos, y ella adoraba Eleanor & Park. Lo había leído una vez y quedó fascinada, por lo que, definitivamente, lo volvería a leer.
Subió nuevamente con el libro en manos y se adentró en su habitación. En el librero que tenía, colocó Eleanor & Park, justamente en el estante de libros contemporáneos.
Cada vez su colección de libros aumentaba, y aquello era gracias al chico anónimo.
Cómo le gustaría agradecerle personalmente a aquella persona misteriosa, y deseaba más que nada algún día, poder hacerlo.