Besos de Lagrimas - Louis Tomlinson y Tu

Capitulo 16

  Tome aire y corrí rápidamente hacia la otra calle. Sin mirar para ver si algún auto venia. No me importaba. Sería menos doloroso si no lo veo. Escuche un par de bocinas y dos autos parar en seco. No me importo. Al llegar a la otra calle, levante la mirada y una de señora me mirara fijamente.

-Lo que acabas de hacer es atentar contra tu vida- me dice, estando segura de que eso era lo que quería hacer. Y era lo que quería hacer. Morir.-Los Ángeles no lloran- Dice acercándose a mí. Secándome una lágrima. ¿Ángel? --Ellos destruyen al mundo.-Susurra mirando con una sonrisa. La mire confundida tratando de entender lo que quería decir. La señora me da una palmadita en el hombro antes de seguir su camino- 

Mire en su dirección, ella voltea la cabeza y me guiña un ojo. Fruncí el ceño confundida y me senté en la banca de madera. 

¿Lo más triste de estar muerto? Tener un corazón que late y que para el mundo demuestra que estas vivo. Pero no es cierto, tu alma está en otro lugar. Tu alma está muerta. Soy solo una hormiga más en el agujero. ¿Lo más triste de estar vivo? Estar muerto interiormente. Debería de acabar con esto de una vez. ¿Por qué no lo hago? El miedo de verme físicamente muerte me atemoriza, la idea de... no volver a ver esos ojos azules me pone más triste. Pero, Antes de conocer a Louis, ¿Por qué no lo hice? Algo no me lo permitía. Abrece mi cuerpo al sentir la fría brisa acariciarme. Era la brisa de mi propia desgracia. El dolor me envolvía como envolviendo un regalo. Y la tristeza le ponía un hermoso moño. ¿Al final quien se quedaba con el regalo? Nadie. Vanessa tiene razón. Ni mi mama me quiere. ¿Por qué él debía hacerlo? Baje la mirada dejando que las lágrimas salieran. La brisa deja de golpearme y un cálido cuerpo me abraza. Levante la mirada encontrando esos ojos azules que temo no volver a ver. 

-No había corriendo así desde la segundaria- Susurró Louis, secando un par de lágrimas. --No llores-Dice mirando a los ojos. --

Me mordí el labio inferior y correspondí su mirada. 

-Quiero morir viendo tus hermosos ojos- Murmure. --

-¿Qué dices?-Pregunto él, confundido y aterrado.- 

-Quiero morir viéndote a los ojos-Musite - Quiero que esos profundos ojos azules sean el ultimo recuerdo, la última imagen que me lleve conmigo. No importa que sienta como se me va la vida, No importa si el dolor es insoportable, no importa si estas llorando o no. En lo unció que prestare atención será a tus ojos. Me perderé en ellos y será como estar nadando en el mar.-Le dije sin apartar la mirada de sus ojos.- Nunca pensé en lo que quería ver cuándo muriera. No quiero morir por miedo al no volver a ver sus ojos, pero si muero quiero ver sus ojos. Por última vez los quiero ver. 

-Y también quiero que me beses. Me beses cuando...
Su dedo índice en los labios me detiene. 

-No digas nada mas- Me advierte aterrado.- Eso nunca pasara, no ahora.- Aparta su mirada de la mía.- 

-Louis... -Susurre, colocando una mano en su hombro. El me mira dolido. --

-Eres demasiado tonta al dejar de ellos te lastimen- Dice entre dientes y apartando mi mano.-
¿Tonta?... ¿Yo era la tonta? Baje la mirada 

-No les haré lo mismo. Sé cómo se siente estar en lo más profundo de la humillación. No se lo deseo a nadie. -- Le digo mirando al Horizonte. Es asqueroso sentir un vacío en tu interior. Tal vez debería destruir al mundo. - Es preferible morir quemada a sentirte sola.- Pienso en voz alta. Sus brazos me cubren en un fuerte abrazo. Las lágrimas contenidas salen. - Es horrible saber que no encajas en ninguna parte.-

-En mi corazón-Murmuro él. --

Lo mire
-¿Qué?-Pregunte confundida.- 

-Encajas perfectamente en él. Perteneces a mi corazón.-

Lo mire por unos segundos. Algo dentro de mi brinco. Sus labios húmedos chocaron con los míos. Sus suaves labios besan los míos con ternura, con paciendo, desespero. Coge mi cara entre sus manos haciendo el beso más intenso. Su beso me decía que nunca lo dejara. Que él nunca me dejaría. Yo encajaba en su corazón. Era la ficha faltante. Y el encajaba en el mío. Mis lágrimas mojaron mis labios. Confundiéndose con el dulce sabor de sus labios. No puedo explicar lo que siento. Es como si volviera a hacer. Es la rencarnación de mi alma. Es como si quisiera llorar. Lentamente sus labios se despejan de los míos.

-¿Sabes que es lo único que quiero ver cuando muera?- Pregunto en un susurro, mirándome. Negué un poco aturdía por el beso- Tu sonrisa. 

Ahora sé que me impedía la muerte. No era miedo. Era él. Sin conocernos ambos cuerpos se mantenían unidos el uno al otro. Sin saberlo, nos arrastramos los dos hasta vernos fijamente y pertenecernos uno al otro...