Capítulo 13

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MARATÓN 2/3

Narra Aria

Dylan sacudió la cabeza y en ese mismo momento mis tripas rugieron. Si hacia memoria, no había desayunado y al final no me había dado tiempo a coger nada en la cafetería.

Dylan desvió la mirada del restaurante hacia mí, y me miró gracioso. Suspiré interiormente, mi cara estaba roja como un maldito tomate y sin duda hoy pasaría mucha verguenza.

-Vamos a comer antes que vuelvas a rugir-

Él me tiró su camiseta seca a la cara, para que me la colocase por encime del sujetador mojado, ya que la camiseta me la había quitado, para no resfriarme.

Le daba gracias mentalmente, por que así al menos no podía verme la cara roja.

Por suerte llevaba puesto el sujetador de color negro. Gracias al maravilloso sol nos secamos en seguida, en el camino hacia el restaurante/cafetería.

Al entrar miré el espacioso lugar. Era grande y abierto por grandes terrazas y ventanales.

-Ve a coger una mesa, yo iré a pedir unos batidos—se giró pero volvió a mirarme—¿Chocolate?-

Asentí, sonriendo sin mostrar los dientes. Empecé a caminar en busca de alguna mesa de dos vacía.

Mi mirada dió con la de Louis y él en ese mismo momento sacó la lengua para pasarsela por sus finos labios, y su mirada penetró en mí.

Después siguió hablando con sus amigos.

Capturé y robé bastantes miradas de algunas personas, intenté ignorarlas cuando por fín encontré una mesa al lado del porche, con vistas al gran mar y algunas tiendas de surf del lugar.

Saqué la silla hacia fuera y me senté en ella mientras esperaba al chico, por el que el cuál acaba de besar y habíamos echo como si nada.

¿Si se supone que me odia, por qué me besa?

Mi mirada viajó hacia Louis. Éste se encontraba unas mesas mas lejos de la mía con algunos de sus amigos.

Me acuerdo de ellos.

Eran del equipo de baloncesto. Se encontraban riéndose, y hablando de cualquier estupidez cuando de pronto sus miradas se dirigieron hacia mí.

Pero antes de que sus miradas conectasen con la mía, yo, las esquivé y la puse finalmente en él chico que llevaba los batidos en la mano.

Él se sentó y me entregó mi batido, el cual parecía de chocolate con leche y llevaba fideos de colores.

Sonreí.

-¿Cuántos años tienes?-

Pregunté sin mas preámbulos.

Sabía que era de mala educación preguntarlo pero sinceramente parecía mucho más mayor que yo.

Él levantó una ceja, y entonces me fijé en su pearcing de la ceja. Era un especie de aro, yo siempre había estado fascinada por los tatuajes y los pearcing.

Pero en especial estaba fascinada por los de Dylan.

Pero seguramente mi padre no me dejaría entrar en casa con uno de esos.

-22-

Abrí los ojos como platos y empecé a toser fuertemente. Él seguía bebiendo su batido como si nada mientras me miraba esperando a que mi respiración se tranquilizase.

-¡¿22?! ¿Y qué haces todavía en el instituto?-

Era increíble este chico me sacaba nada más y nada menos que 5 años. Me sentía una niña pequeña a su lado, y probablemente lo era. Ni siquiera era mayor de edad, podía hacerme cualquier cosa y...y...

Príncipe Oscuro • Dylan O'Brien  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora