Capitulo 49

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10 horas.

Sentí un gran dolor en la espalda en el momento en que me levanté para coger una taza de café de alguna máquina. Miré con tristeza mi reflejo en el cristal y una vez más pude inmaginarme aquella hermonsa sonrisa suya.

La necesitaba.

13 horas.

Estaba perdiendo las esperanzas. Mi ojos me escocian en el momento en que pestañeaba. Mi garganta estaba seca de algunos que otros sollozos anteriores. Sentía un gran dolor en la espalda de la posición de esta maldita silla de plástico. Alcé la mirada confundido al escuchar algunas voces en susurros.

Miré hacia mi derecha y mi semblante se cambió a sombrío en cuestión de segundos.

John se encontraba con el rostro apagado mientras que sus manos se movían nerviosamente a la vez que su mirada estaba fijada en su anillo de la mano derecha. Aquel médico de barba blanca tocó su hombro en modo de consuelo y se retiró de la sala dándole una última mirada. Dejando a John con el rostro cubierto por sus manos.

La respiración se quedó atrapada en mi garganta en el momento en que ví lágrimas cristalinas recorrer su rostro en silencio.

Aparté la mirada de él y bajé la cabeza apenado por todas aquellas estúpidas conclusiones que en aquellos momentos pasaban por mi cabeza.

John se habia ido.

Al igual que mis esperanzas.

Y no me equivocaba.

Príncipe Oscuro • Dylan O'Brien  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora