Capitulo 34

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Narra Aria

Era domingo por la tarde. Exactamente las 18'30.

Y me encontraba en el salón de mi casa sin hacer nada. Dylan se fué en la madrugada ya que tenía que recoger su moto y unas cuantas cosas de su grupo.

Tampoco había visto a mi padre, ya que hoy trabajaba y por primera vez me alegraba de que lo hiciera, ya que no quería verle ni mucho menos hablar con él.

Suspiré aburrida.

Me levanté del sofá y subí de nuevo a mi habitación pensando en él nuevamente. Si señoras y señores, en Dylan O'Brien. No podía ni aunque siquiera sacar a aquel chico de mi cabeza.

Me cambié de ropa. Solamente un vestido por encima de las rodillas y unas vans.

Iría a visitar a Niall. Quería verle en persona y comprobar que estaba bien y por supuesto agradecerle todo lo que pasó en aquel edificio.

Recuerdo el camino hacia la casa del rubio. Quedaba un poco lejos de aquí. Por lo que cogí un bus, que quedaba justo a una calle de Niall.

No había mucha gente, ya que, volví a repetir, era domingo.

Bajé en la segunda parada y caminé lo que quedaba hacia su casa. Que sin exagerar, parecía una mansión.

Fruncí ligeramente el ceño al ver tantos coches aparcados en su puerta. Pero dejé eso a un lado, quizá sean amigos de sus padres o de otra casa.

Llegué a su puerta y desde afuera podía oír por algunas voces varoniles.
Toqué el timbre y esperé en silencio. Dos segundos después la puerta se abrió desvelando a un chico de aproximadamente mi edad con el pelo castaño y unos hermosos ojos azules.

Al mirarme una sonrisa divertida surcó por su rostro.

-Hola preciosa, ¿se te ha perdido algo?-

Alcé una ceja. ¿Desde cuándo Niall tenía un hermano?

-¿Está Niall?-

Dije ignorando su mirada ante el pequeño pero rápido recorrido por todo mi cuerpo.

Me crucé los brazos ante aquel detalle.

-Claro que sí preciosa, pasa-

Dijo el castaño dándose la vuelta y caminando hacía dentro. Cerré la puerta detrás de mí y me dirigí hacia donde el chico de antes había ido.

Abrí los ojos como platos al encontrarme a diez chicos o más en el gran salón con cervezas y algunos aperitivos.

-¡Niall ha llegado tu novia!-

Gritó el chico que me recibió llamando la atención de cada uno de los presentes. Estos dejaron de hablar para dirigir su mirada hacia mí, algunas curiosas y otras asquerosas.

Mis mejillas tomaron un color rojizo, que seguramente si me viera en un espejo me confundiría con una señal de Stop.

Era un gran salón con muchos sofás y sillas alrededor de una mesa donde había una gran cantidad de botellas y latas que seguramente fueran de cerveza.

Mientras que en la pared blanca había algunos cuadros y una gran pantalla de la televisión de plasma; que ahora mismo estaba apagada.

-¡Joder! ¡¿Tú eres la tal Emma?! Pero si estas buena-

Dijo un chico con el pelo color claro y unos hermosas hoyuelos. Tenía unos bonitos ojos color miel y parecía tan...tan inocente.

-Asthon, no es ella. Emma es pelirroja imbécil-

Príncipe Oscuro • Dylan O'Brien  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora