Carl grimes imagine para VerioskitalaChina

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Otro personalizado para VerioskitalaChina!
Ojalá te guste 😁
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Yo era una chica normal. Por normal se entiende sobreviviente del Apocalipsis zombi.
Y además sobrevivir a graves rupturas del corazón. Aún con todo esto, mi corazón no estaba bien. Había sufrido mucho daño por idiotas que decidieron jugar con él.
Pero no hablaré de eso ahora.

Caminando por ahí, me encontré un nuevo refugio. Un nuevo lugar para empezar, Alexandria.
Había muchas personas y los alrededores parecían algo destruidos, pero no importaba. Ahora me sentía más segura.

Empecé a recorrer el lugar y me topé con un chico. Era difícil de confundir entre todos. Cabello largo hasta los hombros, castaño, y un ojo azul. Espera, ¿un ojo?
Traía una venda atravesada por la cabeza tapando su otro ojo.

"Bueno, no he hablado con alguien en mucho tiempo" pensé
"¿Pero cómo le hago para que no suene raro? Ya se, le preguntaré donde está tal cosa...."
Finalmente, me acerqué.

- Um, Hola
- Hola
- Oye, ¿sabes donde está...
"Demonios demonios demonios, ¡ya se me olvidó! ¿¡Que le digoooo?!"
- Ah, ¿el comedor?- dice él
- Si, el comedor
"*se limpia gota de sudor de la frente mentalmente* que suerte..."
- Está por allá. ¿Te llevo?
- Claro

- ¿Y tu eres...?
- Soy Veri
- Yo soy Carl

Me asombré de mi seguridad ante toda mi situación.
Aunque no sabía que le había pasado a su ojo.
- ¿Qué le pasó a tu ojo?
- No quieres saberlo
- Oh, está bien.

Finalmente llegamos y él se fue. Se veía como un buen chico. Y muy guapo aunque solo tuviera un ojo. Pobre, quien sabe que cosas debió de haber pasado.
Ya que estaba en el comedor sin nada que hacer, nada más me quedé un rato de vagabunda por ahí.

Horas después:
- ¡Hola chica del comedor!
- Hey Carl
- ¿Quieres que te enseñe el resto de Alexandria?
- Claro

Nos hicimos algo amigos. Digamos que compañeros de grupo muy unidos.
Pero, pasó lo inevitable. Me gustó Carl.

Meses después:
Al fin, hoy es el día. Hoy le diré a Carl lo que siento.
Caminé decidida pero con miedo a su casa. Toqué la puerta.
Cuando abrió, fui directamente al grano.
- Hola Veri- dijo él
- Tengo que hablar contigo- dije. Ya me estoy poniendo roja.
- Oh, por supuesto. Pasa- dijo haciéndose a un lado para que pasara.

Nos sentamos en un sillón viejo y empecé a hablar.
- Carl, desde el primer día que llegué a Alexandria me llamaste la atención. Eres un chico lindo, amable y valiente y....lo que quiero decir es que....me gustas. Es más, no se. Con el tiempo creo que me he llegado a enamorar.

Carl se levantó y no me pudo mirar a los ojos.
- No...
- ¿Qué?
- Tú no puedes enamorarte de mi.
- Pero, ¿porqué?
- ¿No lo ves? ¡Soy un monstruo! ¡Tengo un solo ojo maldita sea! ¿Como pudiste enamorarte de una persona así?- gritó
Me quedé callada y sorprendida.
Ahí va una grieta más a mi corazón.

Ya no puedo más.
- Ok, tienes un solo ojo. Lo entiendo. Pero eso no significa que seas un monstruo. Eres una persona muy especial para mí Carl. Es más que obvio que no entiendo porque no lo notabas. Al menos ahora lo sabes.

Caminé a la puerta.
- No necesitas los ojos para ver. Con tal de que veas y al menos sientas con tu corazón te basta.

Y me fui.
No importa que él no sienta lo mismo. Yo lo seguiré sintiendo, es como un impulso para seguir.

Han pasado varios días después de mi confesión y nada ha cambiado. Carl ya no me habla, no se si para bien o para mal.
Pero esta mañana todo ha cambiado.

Un profundo olor a flores invade mi habitación. Me levanto y si, mi habitación está llena de flores. Hay unas en una mesita al lado de mi cama con una nota en medio.
"No necesitaba mis ojos para saber que tu eras la persona que necesitaba a mi lado"
Parecía letra de doctor porque me costó leerla.

Bajé las escaleras y lo encontré en mi sillón.
Cuando me vio, caminó hasta mi y me tomó de las manos.
- Me enseñaste a ver con el corazón. Me enseñaste que lo que importa está en el interior. Creo que hay muchas cosas que debería aprender de ti, pero quiero hacerlo a tu lado. ¿Quieres ser mi novia Veri?

Casi se me saltan las lágrimas de la emoción.
- Claro que si Carl...

Pero faltaba algo más. Me acarició la mejilla con su mano mientras se acercaba más a mi. Yo me dejé llevar, preparada para todo.
Y nos besamos.
Con ese pequeño gesto, sellamos todo.

Imaginas de Chandler Riggs y Carl Grimes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora