Amabilidad

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(Kuroo Tetsurou, Tsukishima Kei & Yamaguchi Tadashi)

ACLARACIONES: Según el fascículo 17 del pasaje 23 según Santa Yami de las Cabras del Monte de la Biblia de tod@ fujoshi/fundashi, si dos ships están enfrentados (en este caso TsukiYama y KurooTsuki) es posible realizar un tratamiento de paz organizando un trío. Dicho y hecho.

~♡~

- Ya estoy en casa... - saludó Tsukishima al entrar, aún sabiendo que la casa se encontraba vacía.

Suspiró pesadamente y arrastró sus pasos hasta el sofá, exhausto; definitivamente haber quedado con aquellos cuatro idiotas para practicar no había sido una de sus más brillantes ideas, desde luego...

Aunque, desde otro punto de vista, por lo menos tenía la casa únicamente para él por unas horas; con solo pensar que no tendría que soportar a los atolondrados de Bokuto, Hinata y Lev invadiendo su espacio personal se le erizaba el vello de la nuca. Y ya ni hablar del maldito Kuroo...

Se quitó los zapatos perezosamente y estiró los músculos, acomodándose en el sofá con la idea de echarse una siesta. Llevó las manos hacia el cuello, asiendo sus cascos...

¿Qué mierda...?

De repente su corazón comenzó a latir como loco, amenazando con salir disparado de la caja torácica. ¿Dónde cojones estaban sus cascos? ¿Cómo no se había podido dar cuenta de que no los tenía?

No, no, no...

Pero no hubo tiempo para entrar en pánico, pues el timbre de la puerta sonó en aquel mismo instante, alertándolo más si era posible. Con una sola persona en mente acorde con tal repentina aparición, Tsukishima entreabrió la puerta principal, acelerado.

- ¡Maldita sea, Tadashi! - chilló sin siquiera mirar al frente, crispado de los nervios - ¿Qué coño quieres? ¿Qué horas son estas?

Un inesperado tono de voz resonó a sus espaldas, pues la respuesta había pillado a Kei rebuscando por todos los rincones posibles de la habitación.

- Venía a devolverte tus cascos, te los has dejado en el vestuario... - musitó el pelinegro, asombrado por el recibimiento. Esbozó seguidamente una sonrisa ladeada y agitó el paraguas entre sus manos, entretenido por la situación - A propósito, ¿quién es Tadashi?

El rubio sintió cómo se le tensaba la mandíbula por aquella inesperada visita, totalmente desprevenido. Giró sobre sus talones, confrontándolo y, acto seguido le arrebató los auriculares de las manos en un furioso arrapío.

- Maldito Kuroo... - escupió, y le cerró la puerta en los morros al felino, quien no tuvo opción de replicar.

Dando el asunto por zanjado retomó su postura de relajación inicial, colocándose los cascos y subiendo el volumen al máximo, totalmente ajeno a todo lo que lo frustraba; como, por ejemplo, los golpes que cierto capitán daba en la puerta de su casa.

Y, mientras caía profundamente dormido, Tetsurou se rendía ante su hostilidad. Si tan solo no lloviese tan fuerte...

Suspiró, algo deprimido por no poder obtener cobijo y, aburrido, se dedicó a observar a la gente ir y venir. Apenas había algunas personas esparcidas por la calle; un puñado de parejas compartiendo paraguas, una viejecita acelerando el paso para poder subirse al autobús a tiempo, un muchacho que se acercaba con paso apresurado a un portal...

Haikyuu!! [one-shots]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora